El héroe Donnarumma y los increíbles récords de Italia
El fútbol italiano cierra una Eurocopa magnífica. El espigado portero, nombrado jugador del torneo, se corona como una leyenda con apenas 22 años.
El país se ha despertado tras una noche de locuras y celebrando una hazaña sin antecedentes en la historia del fútbol italiano. No es solo haber levantado una Eurocopa esperada desde hace 53 años, es la manera con la que se consiguió que enamora. Mancini supo darle una identidad nueva, bonita y efectiva a una Italia destrozada por Ventura en 2017, cuando llegó la humillación de no haberse clasificado al Mundial. La Azzurra se ha levantado como nunca: con el 'Mancio', suma 34 partidos seguidos sin perder y le queda solo uno para alcanzar el récord de Brasil (1993-96) y España (2007-09).
Los italianos, además, han sido el único equipo capaz de cerrar una fase de grupos de la Euro con pleno de victorias y sin encajar ni un gol, y también el único conjunto ganador en dos tandas de penaltis seguidas en la historia del torneo.
El momento feliz italiano con esta competición se completa también con otros datos. El primero, bastante curioso, es que Italia se ha convertido en el primer país triunfador en Eurocopa y Eurovisión en el mismo año. Los 73 jugadores de la Serie A que participaron en el torneo, además, realizaron 36 goles, ocho más que los de Bundesliga, 12 más que los de Premier (que presumía de 107 convocados) y 25 más que los de LaLiga.
También militan en el Calcio el máximo goleador (Cristiano, 5 tantos) y el nombrado mejor jugador de la Eurocopa, Gianluigi Donnarumma. El heredero de Buffon, que pronto será oficialmente del PSG, se ha coronado con 22 años, confirmando que tiene por delante una carrera legendaria.
El gran trabajo defensivo de la Azzurra solo le obligó a ejecutar 10 paradas (menos que otros 13 porteros de la Euro), pero muchas de esas fueron decisivas. Además, en los penaltis es prácticamente una garantía: participó en cinco tandas en su carrera (tres con el Milan, dos con Italia) y las ganó todas. Después de haber neutralizado el penalti de Morata, el cancerbero repitió con los de Sancho y Saka, poniendo literalmente sus manos sobre la Copa. Es el nuevo gran héroe de esta Italia capaz de jugar bien, pero también de sufrir cuando hace falta. Con un gigante así entre los palos, hacerlo es más sencillo.