El equipo de Gallardo sufrió una inesperada derrota en el Monumental en el arranque del campeonato
El Sabalero se impuso por 2-1 con goles de Aliendro y Goez; la visita jugó casi todo el cotejo con 10 por la expulsión de Piovi
A los errores habituales de River, en la tarde de Núñez también se ausentaron la imaginación y la creatividad. Hasta último momento, la formación millonaria era una incógnita. Y aunque el técnico analizó diferentes posibilidades, finalmente optó por guardar a 9 de sus habituales 11 titulares para cuidarlos de cara a la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores que se jugará el miércoles en La Paternal. Así, solo Franco Armani y Fabrizio Angileri integraron el equipo alternativo.
Lo mejor del partido
Con un 3-4-2-1 improvisado, lo más peligroso salió de los pies de Jorge Carrascal y José Paradela. Situados libres detrás de Agustín Fontana, los habilidosos mediocampistas le aportaron fútbol y frescura a un equipo que confirmó dos sentencias del último tiempo: convierte muy poco para todo lo que genera, mientras que los rivales aprovechan las desatenciones defensivas y le marcan más rápido y fácil de lo que deberían. Por eso, el primer tiempo terminó 2-0 en favor del equipo sabalero.
En menos de 15 minutos se abrió el partido por completo. Primero, Colón dio el golpe a los dos minutos con el 1-0 de Rodrigo Aliendro aprovechando la desconcentración y el desorden de la defensa millonaria. Y luego, a los 13 minutos, River recuperó aire con la expulsión de Gonzalo Pivovi, quien cortó una ocasión manifiesta de gol de Carrascal en la medialuna del área. Así, las situaciones obligaron a los entrenadores a modificar el escenario. Eduardo Domínguez mandó a la cancha a Bruno Bianchi por Alexis Castro para reordenar su defensa y Marcelo Gallardo hizo ingresar a Braian Romero por Robert Rojas para sumar gente en ataque.
Pero, más allá de las variantes, ni siquiera con un hombre más el Millonario pudo imponer las condiciones. Siempre se jugó a lo que quiso Colón, que a los 33 minutos estampó el 2-0 con la definición de Yeiler Goez tras una gran jugada en conjunto con Facundo Farías, el jugador más desequilibrante del partido. Ni los 13 casos de Covid-19 en las últimas semanas -seis de ellos pudieron llegar con alta médica al Monumental- le impidieron al Sabalero demostrar por qué fue campeón de la Copa de la Liga.
Más volantazos de Gallardo
A lo largo del segundo tiempo, más allá de los ingresos de Gonzalo Montiel, Matías Suárez y Federico Girotti, Colón entendió cómo contener a River: se agrupó, le cerró los caminos, lo marcó a pura dinámica y agresividad y lo obligó a caer en centros constantes al área, la mayoría sin peligro. Según los datos de Opta, de esos 50 centros totales, 36 fueron en jugadas y 14 en córners, pero solo el 24% terminaron en un jugador millonario. Una muestra más de la falta de ingenio para transformar el dominio territorial y del balón en peligro.
Sumado a eso, hasta el descuento en el final de Suárez para el 2-1, el Millonario desperdició diversas situaciones favorables y volvió a transformar a un arquero en figura: Ignacio Chicco respondió con solvencia cuando le tocó hacerlo. Girotti tuvo un mano a mano, Zuculini contó con una clara chance en un córner, Maidana y Romero no pudieron convertir de cabeza y los distintos embates de River siempre terminaron sin demasiada potencia como para vencer al cerrojo santafecino.
Tal como en cada inicio de temporada, a River le cuesta. No solo marca sin orden, una falencia que sigue ocurriendo desde hace varios semestres. Ahora, además, también le cuesta en demasía poder transformar el poderío ofensivo en el marcador. Y el tiempo le exige responder lo antes posible: el miércoles se juega el semestre contra Argentinos Juniors en la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores y está obligado a convertir para seguir con vida.