Bélgica dispara contra Lukaku: "Oye, Rom, ¿dónde estabas?"

"¿Dónde estabas, Rom, cuando más te necesitábamos? Sombrío en el partido y transparente después", encabeza HLN un duro editorial después de que el arite fuera domado por Chiellini.

Jorge García
As
Bélgica ve cómo a una generación dorada, otra más, se le acaba el tiempo y malgasta una oportunidad más. La selección número uno del ranking FIFA cayó ante Italia 1-2 en los cuartos de final en un partido donde en todo momento se jugó a lo que quiso el combinado transalpino. Y eso que la artillería belga tuvo sus opciones, pero unas veces Donnarumma, otras el muslo de Spinazzola o la poca clarividencia de Lukaku fueron lastrando al combinado de Roberto Martínez.

Lukaku vio portería, sí, de penalti poco antes del descanso. Pero el segundo máximo goleador de la Serie A, autoproclamado comensal de la mesa de Cristiano, Messi y Lewandowski fue una sombra de lo que acostumbra su poder. Su inabordable estampida, su juego como hombre boya a la espera de la segunda línea y su sentido perfecto de los espacios en el área habituales fueron anulados, principalmente, por la última clase magistral de Giorgio Chiellini. La sonrisa pícara del veterano central sin contrato de 36 años, cumplirá 37 en agosto, lo decía todo al final del partido. Sacó el manual y sentó al belga en un potro de torturas continuado, anticipándose casi siempre, reactivo y tiempista cuando hacía falta e inteligente, mucho, para evitar que la gigante estampa del belga alargará los ataques o habilitara la llegada de la segunda línea, como acostumbra en el Inter. Lukaku, domado.

Fue más por acierto transalpino —porque Chiellini recibió ayudas y lo celebró como tal (Bonucci, Spinazzola...)— que por debe de Lukaku, que acusó la menor posesión de su equipo y tener al lado un De Bruyne renqueante. Pero sea como fuere, Bélgica no ha tenido piedad. Trompazo y búsqueda de un culpable. ¿Quién? La figura. "Sombrío durante el partido e invisible después. Oye, Rom ¿dónde estabas cuando más te necesitábamos? Eras el asesino despiadado que tanto temía Italia... ", encabeza sin piedad su editorial HLN para concretizar el desasosiego belga, la ansiedad por verse fuera con tanto potencial, contra su estrella.

Lukaku le había marcado dos goles a Rusia en la apertura y uno a Finlandia, parecía que iba a ser el goleador del torneo, la inercia de la temporada así lo indicaba, pero perdió fuelle. Él y Bélgica. El cruce contra Portugal se solventó, una victoria, pero que dejó también dudas. Los lusos merecieron más. Italia lo celebra ahora y casi más que nunca. Lukaku era el ogro, el gigante al que maniataron liderados por Chiellini. "Él y Bonucci deberían dar clases en Harvard de cómo tiene que ser un defensa central", dijo Mourinho en su momento. El viernes el césped de Múnich se convirtió en los pasillos docentes de la universidad de Massachusetts.

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