Si Lukaku sonríe, Bélgica sonríe

El delantero del Inter anotó el el único tanto del partido para los de Roberto Martínez. Encuentro soso de Croacia que no tuvo casi ocasiones de gol.

Diego Martín
As
El título lo dice todo. Si Lukaku sonríe, Bélgica sonríe. El delantero del Inter desniveló un enrevesado partido en la primera mitad, con un gol en el que mostró la agilidad que le caracteriza. Los de Roberto Martínez, aunque sin florituras, fueron mejores que una Croacia que no levanta cabeza y que ni el propio Modric parece poder arreglar. Las dos selecciones llegaban al encuentro con la intención de darse una alegría antes de la Eurocopa. Ambas venían de sendos tropiezos en forma de empate ante Grecia y Armenia respectivamente. Lo cierto es que hasta la primera media hora sólo se quedó en eso... en intenciones. Ninguna pudo hacerse con el control del balón. Croacia comenzó dominando pero sin profundidad, mientras que Bélgica olía a sangre cada vez que Carrasco o Mertens entraban en contacto con la pelota.

A partir del 30' la balanza comenzó a denivelarse en favor de los de Roberto Martínez. Momento en el que llegó la primera ocasión (doble) de la primera mitad. Lukaku se fabricó el espacio para mandar el balón al larguero y en el rechace, con Livakovic ya vencido, Carrasco remató con la cabeza con el mismo destino. El susto para Croacia no quedó ahí y el partido comenzó a coger entonces un tono blanco, con los belgas lanzados en tromba al ataque. Tras varios acercamientos sin premio, llegó el gol de Lukaku. ¡Quién si no! El delantero de Inter recogió un rechace dentro del área pequeña y no se lo pensó dos veces para levantar el pie con un movimiento acrobático y alojar el balón dentro de la portería. Pesa 94 kilos pero pocos tan ágiles como él.

En la segunda parte las fuerzas se equilibraron. Mientras Tielemans se encargaba de filtrar pases en busca de Lukaku; Modric ponía orden en el juego croata. Al madridista se le vio incómodo sin muchas alternativas de asociación en la medular. Quizá por ello y con vistas a la Eurocopa tras una temporada cargada de partidos, Dalic decidió quitar tanto al madridista como a Kovacic, en el minuto 60. De la última media hora de lo poco destacable fue el regreso de Hazard a los campos de juego tras casi un mes de ausencia (tuvo once minutos) y otra clara ocasión de un insaciable Lukaku que tuvo el 2-0 con un remate en el área pequeña, pero que Livakovic salvó con una tremenda parada. Y para poner el colofón a una buena victoria, Courtois hizo su habitual intervención para salvar el resultado, a remate en semifallo de Brekalo. No hubo más. Si Roberto Martínez quiere que Hazard vuelva a disfrutar con su juego como dijo en la previa, el madridista lo tendrá fácil junto a Lukaku. Si él sonríe, toda Bélgica lo hará

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