Renovaciones con mensaje
El gran año de Lucas ha convencido al Madrid y lo mismo sucedió con Modric. Solo queda Ramos, aunque su situación es muy diferente y tiene difícil solución.
Tras Luka Modric, ha sido la segunda renovación oficial una vez se ha acabado la temporada. Por tanto, Sergio Ramos se ha convertido en el único jugador de la plantilla que acaba contrato el 30 de junio. Sigue sin aceptar la oferta del club y sus caminos están cada día más separados. La intención del central sigue siendo quedarse, pero no lo hará con las condiciones que le han ofrecido hasta ahora: quiere dos años más con el mismo sueldo y el Madrid le da uno. Esperará hasta el final que se mejore la oferta.
Como ha informado este periódico, la mejora de condiciones en el contrato de Lucas se ha aceptado por el gran rendimiento que ha mostrado sobre el terreno de juego, algo que el club no ha podido valorar con Ramos, que ha vivido un 2021 aciago plagado de lesiones y en el que solo ha pisado el césped en cinco encuentros, siempre muy lejos de su mejor nivel. Por el contrario, el sevillano cree que su legado en el Madrid es suficiente para cumplir sus peticiones.
Otro aspecto que ha ayudado a Lucas a renovar ha sido su predisposición de ayudar al club aceptando la rebaja salarial del 10% que se ha pedido a algunos futbolistas para aliviar las cuentas tras la crisis económica que ha provocado la pandemia. En la directiva no gustó que Ramos promoviese en el vestuario no bajarse el sueldo, tal y como informó Onda Cero. Si bien acabó aceptándola, este gesto despertó un gran malestar entre los dirigentes del club.
La gerra mediática no frena, pero el Madrid ha demostrado con Lucas o Modric que prefiere negociar con discreción. Ambos esperaron su momento y acabaron solucionándolo sin mayores problemas. Incluso Lucas, que estuvo escuchando ofertas de otros clubes como PSG o Milán, ha sabido ser paciente y no entrar en conflicto con el Madrid. Ramos ha optado por otra política que, como se está demostrando, no está siendo beneficiosa para sus intereses. La situación con el capitán es, ahora mismo, irreconducible.