OCTAVOS I BÉLGICA 1-PORTUGAL 0 / La noche del 'otro' Hazard

Un gol de Thorgan, hermano pequeño de Eden, mete a Bélgica en cuartos, donde le espera Italia. Portugal tuvo más ocasiones pero Cristiano no apareció.

José A. Espina
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La Cartuja es un estadio entre dos tierras. Su mitad sur es de la capital, pero la del norte pertenece al término municipal de Santiponce, lugar de peregrinación de arqueólogos porque en él lucen todavía majestuosas las ruinas de Itálica. Y en Itálica, donde recientemente se rodaron varios capítulos de Juego de Tronos, nacieron nada menos que dos Emperadores de Roma: Trajano y Adriano, los primeros que accedieron al trono desde lejos de la capital. Los dos gobernaron cuando nadie lo esperaba, como Thorgan, el 'otro' Hazard, capaz de reinar en Sevilla sobre una constelación de estrellas, belgas y portuguesas, a la que los cronistas esperaban mucho más que a él. Algo más desconocido que Eden, pero nada ceniciento porque juega nada menos que en el Borussia Dortmund, el hermano pequeño del madridista mete a una Bélgica de versión más práctica que brillante en cuartos de final, donde le espera Italia. Portugal resistió casi una mitad y percutió en la otra, pero no acertó con la red entre otras cosas porque no apareció el de casi siempre, Cristiano Ronaldo.


Problemás físicos de Semedo y Danilo provocaron que Fernando Santos se viera obligado a variar la alineación que más había convencido a todo el mundo, la que empató contra Francia. En el lugar de ambos incluyó al lateral diestro del Milán Diogo Dalot, al que en las últimas horas se ha vinculado con el Real Madrid, y al pivote Palihnha, cuyo mayor aval podría resumirse en que forma parte de la agenda de Monchi. O formaba, más bien: después de partidazo que se marcó en La Cartuja, al director deportivo del Sevilla le va costar un montón de dinero sacarle del Sporting.


En los robos y el posicionamiento de Palhinha se fundamentó la capacidad portuguesa para desactivar el peligro entre líneas de De Bruyne y Eden Hazard, este último destacado titular después de otros 90 minutos contra Finlandia que debieron haber convencido a Roberto Martínez. Andaba el madridista en uno de esos partidos más fa que fu, pocos, que las lesiones y otros asuntos físicos le han permitido jugar en sus dos años vestido de blanco. Se terminaba la primera mitad y aún no había chutado con peligro Bélgica cuando apareció el otro Hazard: Thorgan. Arrancó desde la izquierda, alcanzó el borde del área y mandó un balonazo seco de esos que no dejan de moverse para acabar en la red tras desperación de Rui Patricio (1-0, 43').

No merecía quizá esa suerte Portugal. Sin alardes, porque se trata de un equipo más bien minimalista, los Herois do Mar habían amenazado el área de Courtois de manera más apreciable que su rival. Diogo Jota, Dalot, el propio Palhinha se beneficiaron alguna vez de las tremendas arrancadas de Renato Sanchez, otra vez iluminado, entre líneas. Pero ninguno de ellos acertó con los tres palos. Sólo Cristiano, en la única acción reseñable del astro antes del descanso, había puesto puesto a prueba en una falta al portero del Real Madrid.

La noche reservaba a Courtois un papel algo más decisivo. Obligada por el resultado, Portugal coleccionó en la segunda mitad suficientes ocasiones para obtener el empate ante una Bélgica temerosa, aculada, ya sin De Bruyne por una lesión de tobillo. Cristiano conectó con Diego Jota en el área pequeña pero su disparo se fue alto, Courtois rechazó un cabezazo a bocajarro de Rubén Dias y Guerreiro mandó un balón al palo con el equipo portugués tirado arriba a tumba abierta. Pero el 1-1 nunca llegó. Cristiano se va a casa. Los Hazard, Thorgan el Emperador de Sevilla y Eden, siguen. ¿De Bruyne? Veremos cómo sigue ese tobillo.



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