Mucho Brasil para Perú

La selección peruana no estuvo a la altura de su rival en una noche calamitosa de la defensa. Los locales jugaron a medio gas y golearon sin despeinarse.

Dan Lerner
Lo único que puede ilusionar a la hinchada peruana después de esta terrible jornada futbolística es que se pareció demasiado a la primera fecha de la Copa América pasada, en la que el mismo rival aplastó por 5-0 a la blanquirroja. Sabemos cómo acabó esa aventura, en el mismo país y en el mismo certamen, pero lo cierto es que, por lo visto en la cancha, sería un milagro que se repitiera la historia.

Para enfrentar a Brasil, Gareca apostó por un equipo muy similar al que venció a Ecuador en Quito en las últimas jornadas de las eliminatorias y, por más que se vio superado en buena parte del encuentro, sería injusto decir que se equivocó. Esto es lo mejor que tiene Perú; estos son los jugadores más talentosos con los que cuesta la selección. Es lo que hay. No sobra nada.


A Brasil, en cambio, le sobra talento en cada línea. Tite optó por colocar a Thiago Silva en lugar de Marquinhos, a Fabinho en lugar de Casemiro, a Everton en el sitio de Richarlison y a Gabriel Jesus en el de Gabigol: casi nada. Con Neymar como guía y un reparto de lujo, los locales abrieron el marcador en su primera llegada, aprovechando algunas distracciones injustificables de la defensa peruana: primero Corzo, luego Ramos y después Yotún: todos miraron el balón pasar hasta que llegó al improbable botín de Alex Sandro, que solo tuvo que empujarlo.

La blanquirroja intentó reaccionar y estuvo cerca de conseguir el empate luego de unos buenos veinte minutos en los que logró circular el balón de lado a lado. Christan Cueva recibió la pelota al borde del área, se sacó a un rival de encima y habilitó a Yohimar Yotún, que intentó definir de sombrero sobre demasiados cuerpos brasileños. Esa fue la única que tuvo Perú. Demasiado poco frente a una selección de nivel mundial.

El segundo tiempo fue una tortura para la selección, que solo encontró la pelota cuando fue a buscarla en su propio arco. Brasil se divirtió porque Neymar se divirtió, en buena medida porque la defensa peruana fue una calamidad. A Christian Ramos le quedó inmensa la responsabilidad de marcar a atacantes tan versátiles, lo mismo que a Aldo Corzo. En la última media hora, el Scratch pisó un poco el acelerador, lo que bastó para llenar la canasta de Pedro Gallese.

Primero Neymar, y luego Everton Ribeiro y Richarlison liquidaron a una selección peruana superada en absolutamente todas las facetas del juego. Si Gareca contara con un plantel más variado, podrían esperarse algunos cambios para la próxima jornada, en la que Perú enfrentará a Colombia, pero lo cierto es que el argentino no tiene armas para mejorar la actuación de esta noche, que consistió en un helado baño de realidad.



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