MOTOGP | GP DE ALEMANIA ¡¡¡Nunca dudes de Márquez!!!

El Kaiser no falla a su cita en Sachsenring y suma su undécima victoria consecutiva, la octava en MotoGP, donde no ganaba desde Valencia 2019.

Mela Chércoles
As
Marc Márquez: pequeño genio, pelotas grandes. El ilerdense ya no es tan crío como cuando en AS utilizamos ese titular para celebrar la consecución de su primer título de MotoGP, en 2013, con sólo 20 añitos. Ahora vuelve a estar vigente, porque el hoy octacampeón se hizo pequeño, muy pequeño, hace ahora once meses, cuando se rompió el húmero de su brazo derecho y sufrió para regresar todo un calvario que en Alemania ha merecido a la pena, porque se ha reencontrado con la victoria 19 meses después de la última vez (581 días), en Valencia 2019.

Ha tenido que ser en Sachsenring, su jardín particular, donde no para de ganar desde el año 2010. El Kaiser ha sido fiel a su cita en el trazado germano y, aunque el sábado cedió la primera pole en once años, no le importó salir quinto para sacar el caníbal que lleva dentro y volver a ganar. Atrás queda una dura sequía personal y de Honda, que llevaba 21 carreras sin ganar, tantas como su gran campeón, que hubo de pasar hasta tres veces por el quirófano para curar la fractura del húmero del brazo derecho sufrida en la prueba de Jerez 1, el 20 de julio del año pasado.

Una vez más, el del Repsol Honda fue el más listo de la clase, porque más allá de la gran salida que firmó para ponerse segundo tras Aleix, la clave estuvo cuando en la novena vuelta apareció la bandera blanca, la que anunciaba la aparición de una tímida lluvia que permitía a los pilotos entrar a boxes para cambiar de moto. Nadie lo hizo, ni ahí ni en toda la carrera. El pupilo de Alzamora iba líder desde la primera vuelta, porque pasó al de Aprilia en la curva de entrada a meta. El de Granollers se le revolvió, pero le volvió a superar en el mismo punto, y fue en esa novena vuelta cuando empezó a meter tierra de por medio sobre sus perseguidores. Al ver la bandera blanca, sus rivales dudaron un instante, que es justo lo contrario que hizo Marc, porque tiró como si ninguna gota cayese y se marchó a 1.2.

Fue Miller el primero que intentó que no se escapara, pero resultó Oliviera el enemigo de verdad. El de KTM se deshizo de sus perseguidores y tiró con todo a por un Márquez que llegó a tener dos segundos de ventaja. Resultó una preciosa batalla entre ambos peleando por cada décima, plena de tensión, y el portugués llegó a reducir su desventaja por debajo del segundo, a 0.9. Quedaba la duda de si aguantaría el brazo del ilerdense, que aún dista mucho de estar al cien por cien, pero vaya si aguantó, tanto como que le dio para cruzar la meta como ganador con 1.610 sobre Miguel. A partir de ahí, explosión y lágrimas de emoción de todo su equipo, por tanto vivido, y por tanto sufrido.

Cerró el podio Quartararo, que sale más líder, porque llegaba con 14 puntos sobre Zarco y ahora saca 22 a su compatriota, que aquí ha sido sólo octavo, superado también por Binder, Bagnaia, Miller y Aleix. Mir, que salía desde la decimosexta plaza, remontó hasta la novena, y cerró el top ten un Pol que ya sabe que la Honda también puede ganar este año, porque en manos de Márquez, incluso aún tocado, todo es posible.

Respecto a Maverick, su resultado lo dice todo. Salía 21º, es decir, penúltimo. Acabó 19º, último a 25 segundos de la cabeza. Dijo en la víspera que peor no podía irle en la carrera. Bueno, según se mire...




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