Los genios anticipan el futuro
Pasteur, Freud y Einstein predijeron hechos que fueron verdad en el futuro inmediato. Su relación con los animales
Pasteur era un obsesivo del trabajo, lo que hoy se llamaría “workaholic”, por cierto despreocupado por lo mundano a veces hasta el exceso. Amaba a los animales aunque por época y costumbre nunca tuvo uno propio del afecto.
Freud era un revolucionario para su época, un “open mind” al decir actual que innovaba atropelladamente con nuevos conceptos y técnicas para lograr sus objetivos. Amaba a su perro Chow Chow, una raza enigmática y abierta a la fantasía dialoguista como pocas. Esta Chow Chow fue la segunda perra de esa raza que llegaba a la familia y algunos incluso recuerdan que le ayudaba en las terapias. Tal vez era eso lo que le gustaba.
Aquí jugaba un papel importante Jofie, que así se llamaba la “terapeuta” canina que acompañaba a Sigmund Freud en sus consultorios. La perra reaccionaba de diferente manera con cada uno de los pacientes que recibía Freud en el 19 de la calle Berggasse de Viena. Las reacciones instintivas de Jofie ayudaban a Freud a profundizar en los diagnósticos. La solía describir como inteligente, instintiva y algo independiente. Lo más probable es que la perra reflejara cualidades del propio maestro.
Poca documentación existe sobre Einstein y los animales. La historia nos habla de su perro “Chico”, un Fox Terrier de pelo duro que ocupaba sus desvelos domésticos más allá de sus descubrimientos científicos. Por cierto el acendrado vegetarianismo filosófico del sabio nos habla de su profundo respeto por la vida animal. Todo ello lo llevó a acuñar frases como ésta: “Si un hombre aspira a una vida correcta, su primer acto de abstinencia es no herir a los animales”.
Los genios se preparan durante una vida para a lo mejor un solo descubrimiento o tal vez una cadena de ellos. Elegimos al azar a estos tres grandes de la ciencia, en tres campos diferentes y encontramos varios puntos en común. Uno de ellos es el anticipo de conceptos que serían luego fundamentales para la comprensión de la vida en el planeta.
Pasteur predijo, sin conocerlos, la existencia de los virus. De hecho trabajó con ellos, sin verlos, ni percibirlos y solo intuyéndolos. Dijo que “en ese filtrado que quitaba las bacterias hay algo que no puedo ver que causa la enfermedad”. Muchos años después la ciencia observaría con el microscopio electrónico a los virus, los describiría y clasificaría. “Vivimos inmersos en un mundo de microbios y que nos enfermemos o no depende en mucho de nosotros”, otra frase anticipatoria de nuestros sistemas de defensa y de la constante lucha en la que estamos desde el primer día de nuestra vida.
Freud anticipó: “Todo esto que yo describo está causado por sustancias químicas que desconozco”. De esa forma estaba describiendo los neurotransmisores, el fundamento químico biológico de los recientes avances de la neurociencia.
Una carta inédita de 1949 de Einstein analiza las abejas, las aves y si nuevos principios de la física podrían surgir del estudio de los sentidos de los animales. Einstein anticipó la conexión física de la orientación en aves y abejas. Estudios muy recientes analizan recientes descubrimientos en aves migratorias que respaldan el pensamiento de Einstein hace 72 años.
¿Cuál es el punto en común entre ellos más allá de la coincidencia apuntada? Los tres se prepararon para tomar el tren correcto en la estación adecuada durante toda la vida. No anticiparon teorías por casualidad si no porque estaban capacitados para ello. Más allá de su genialidad innata estaba el esfuerzo por fundamentarla y esa es la enseñanza que nos dejan sus anticipos.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.