La vacunación recobra urgencia en EEUU por la llegada de la variante Delta, que puso a India de rodillas
Las infecciones de COVID-19 han caído a niveles mínimos en el país, pero el virus sigue propagándose por las comunidades con bajas tasas de inmunización, donde la nueva mutación se presenta como una gran amenaza
Por suerte, parece que las vacunas funcionan bien contra esta versión del virus, que se ha propagado como un incendio en Reino Unido, y que supone una amenaza para la reapertura completa en ese país.
“Básicamente, se está apoderando” del Reino Unido, comentó el martes durante una conferencia de prensa el Dr. Anthony Fauci. “No podemos permitir que esto suceda en Estados Unidos, lo que constituye un argumento potente” a favor de la vacunación, enfatizó.
Para demostrar la eficacia de las vacunas, Fauci se refirió a los datos de la agencia de salud pública de Reino Unido, que muestran que dos dosis de las vacunas fabricadas por Pfizer y AstraZeneca tienen una efectividad del 88 por ciento para la prevención de la enfermedad sintomática provocada por la nueva variante, también conocida como Delta. Añadió que los datos de Pfizer serían similares a los del producto de Moderna, que también es una vacuna de ARNm, según el Washington Post.
Pero una sola dosis ofrece una protección de apenas un 33 por ciento, muestran los datos, un recordatorio de la potencia con que la segunda dosis refuerza a la inmunidad, señaló Fauci. Estados Unidos está en el proceso de proveer vacunas a los adolescentes y a otras personas que han estado esperando para ponérselas, y las segundas dosis son esenciales, añadió.
Fauci anotó que las tasas de infección en Reino Unido están “alcanzado el punto más alto” entre las personas de 12 a 20 años, uno de los grupos que Estados Unidos se está apresurando a vacunar. En Reino Unido, la variante Delta conforma ahora más de un 60% de las nuevas infecciones, dijo, y algunos científicos británicos están advirtiendo que el país se enfrenta ahora a la posibilidad de un tercer repunte, reportó el Post.
Por otra parte, las infecciones de COVID-19 han caído a nuevos mínimos en Estados Unidos, pero el virus sigue propagándose por las comunidades con unas tasas bajas de vacunación, donde variantes altamente contagiosas, como la Delta, amenazan a los que no han recibido las vacunas.
En el condado de Smith, en Tennessee, donde apenas un 20 por ciento de las personas se han vacunado del todo, ha habido un aumento de casi un 700 por ciento en las hospitalizaciones por la COVID-19 en las dos últimas semanas, según el The New York Times. En Trousdale, Tennessee, donde apenas un 23 por ciento de las personas han recibido ambas dosis de la vacuna, las hospitalizaciones también se han disparado en un 700% en el mismo periodo.
Las personas que enferman con la COVID-19 ahora, “en la mayoría de los grupos de edad, tienen el doble de probabilidades de acabar hospitalizadas que las personas que contrajeron el virus en un momento anterior de la pandemia”, declaró al Times el Dr. Ted Delbridge, director ejecutivo del Instituto de Sistemas de Servicios Médicos de Emergencias de Maryland.
En Maryland, de las personas de 50 a 59 años que contrajeron la COVID-19 en invierno, alrededor de un 8% fueron hospitalizadas, dijo. Entre finales de abril y principios de junio, la tasa de hospitalización de ese grupo fue de un 19%, dijo al Times.
Es probable que las variantes peligrosas tengan la culpa, señaló Delbridge. La variante que se encontró originalmente en Reino Unido, conocida ahora como Alfa, es más letal y contagiosa que la mayoría de las demás, y es ahora la dominante en Estados Unidos. El mes pasado, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, dijo que la variante conformaba un 72% de los casos de EE. UU. en ese momento, según el Times.
Pero parece que las vacunas han funcionado contra la variante Alfa en este país.
“Creo que tuvimos suerte, para ser sincero”, declaró al Times Nathan Grubaugh, epidemiólogo de la Universidad de Yale. “Las vacunas nos están salvando”.
Las tasas de vacunación en declive amenazan la meta de Biden para el 4 de julio
El desplome de las tasas de vacunación pone en peligro la meta del Presidente Joe Biden de haber vacunado contra la COVID a al menos un 70% de los adultos de Estados Unidos el 4 de julio, mientras que a los expertos en salud pública les preocupa que los estados sureños, donde las cifras de vacunación son las más bajas, pudieran experimentar un repunte en los casos durante el verano.
En promedio, Estados Unidos está administrando menos de 1 millón de vacunas al día, un declive de más de dos tercios respecto al pico de 3.4 millones en abril, reportó el Washington Post, a pesar del hecho de que todas las personas de a partir de 12 años pueden ahora recibir una de las tres vacunas aprobadas en el país.
El marcado declive comenzó a mediados de abril, y coincidió con la suspensión temporal de la vacuna de Johnson & Johnson mientras las autoridades de salud investigaban unas reacciones raras de coágulos de sangre. El declive ha continuado, y apenas 2.4 millones de adultos recibieron su primera dosis la semana pasada. Para cumplir la meta de Biden del 4 de julio, las autoridades deben administrar una primera dosis a 4.2 millones de adultos por semana, según el Post.
La ralentización es nacional: todos los estados han bajado al menos dos tercios respecto a su pico, y los más afectados han sido el Sur y el Medio Oeste. Doce estados, entre ellos Utah, Oklahoma, Montana, ambas Dakotas y Virginia Occidental, han experimentado una reducción en las vacunaciones por debajo de las 15 vacunaciones diarias por cada 10,000 residentes; en Alabama, apenas cuatro personas por cada 10,000 residentes se vacunaron la semana pasada, señaló el Post.
Hubo algunas buenas noticias: una docena de estados (muchos en el Noroeste, entre ellos Maine, Massachusetts y Connecticut) ya han administrado una dosis de la vacuna a un 70% de sus adultos, informó el Times.
Pero, en gran parte del Sur, este punto de referencia está muy lejos.
En 15 estados, entre ellos Arkansas, ambas Carolinas, Georgia y Luisiana, alrededor de la mitad de los adultos o menos han recibido una dosis, según el Times. Dos estados, Alabama y Mississippi, tardarían alrededor de un año en administrar una dosis de la vacuna a un 70% de la población, al ritmo actual de vacunación.
Las autoridades de salud estatales siguen preocupadas de que sus residentes sean más susceptibles a la infección, a medida que las restricciones se relajan en todo el país, el sentido de urgencia de vacunarse se reduce, y muchos estadounidenses en los climas más cálidos se refugian bajo techo, donde el virus se propaga con una mayor eficiencia, observó el Times.
Si hay un repunte en verano en el Sur, los expertos creen que no será igual de grave que el verano pasado, porque al menos algunas personas están vacunadas, y los tratamientos han mejorado.
Las personas más jóvenes, que son menos propensas a estar vacunadas, serán las más vulnerables durante cualquier repunte en verano, advirtió al Times el Dr. Edward Trapido, epidemiólogo y decano asociado de investigación de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Estatal de Luisiana. Aunque la muerte o la enfermedad grave no son igual de comunes en los jóvenes con COVID-19, la posibilidad existe de cualquier forma, anotó.
Para evitar un repunte en verano, los estados de todo el Sur deben alcanzar a los del Noroeste, dijo al Times el Dr. Peter Hotez, experto en vacunas del Colegio de Medicina Baylor, en Houston.
“No estamos ni cerca a esto en los estados sureños”, declaró Hotez al periódico. Dijo que prevé una nueva ola en el Sur porque “no estamos logrando gran cosa en términos de la vacunación”.