La rocambolesca jornada del Kun Agüero en Barcelona

Aterrizó el domingo para hacerse un chequeo rutinario de control en su rodilla y con muchas dudas sobre su fichaje por el Barça, y se va con un contrato de dos temporadas bajo el brazo.

Javier Miguel
Los entresijos de las 24 horas que pasó el Kun Agüero en Barcelona ofrecen suficiente material para una intensa película de suspense. El delantero aterrizó en la Ciudad Condal el domingo por la noche al tener una cita cerrada al día siguiente con el cirujano que le operó la rodilla izquierda el año pasado, el doctor Ramón Cugat. Se trataba de una revisión de control para supervisar el estado del menisco y de la rodilla antes de incorporarse a la concentración de la selección argentina. Una prueba rutinaria que estaba fuera del control de los servicios médicos del FC Barcelona.


De hecho, según ha podido saber AS, el delantero del City aterrizó en Barcelona con muchas incertidumbres sobre su futuro. Y es que el mismo domingo, antes de partir hacia la capital catalana, recibía una llamada por parte de la entidad blaugrana en que aplazaba su incorporación hasta no conocer el nombre del entrenador. Una llamada que descolocó al atacante argentino, llegando a dar órdenes a sus agentes para que empezaran a rastrear el mercado en busca de un equipo, harto de la indecisión de los dirigentes del FC Barcelona.

Sin embargo, todo dio un vuelco tras la revisión médica que pasó en la Clínica Creu Blanca. El Kun recibió una llamada del propio Joan Laporta para desencallar la situación, asegurándole que se había tratado de un malentendido, y que la intención del club era ficharle de manera inminente. Tanto es así, que le propuso dirigirse a la Ciutat Esportiva para que los servicios médicos del club pudieran hacerle una revisión rápida como paso previo a la firma del contrato.

Cuatro horas después ya estaba en el Camp Nou vestido como blaugrana y dando sus primeros toques con el balón tras estampar unos minutos antes su firma como nuevo jugador las próximas dos temporadas.

No es la primera vez que Laporta ejecuta un fichaje a golpe de impulsos. El presidente blaugrana siempre será recordado por la forma en que decidió apostar por el sueco Zlatan Ibrahimovic. Según cuenta él mismo, en pleno vuelo de regreso en avión privado tras haber cerrado en Donetsk la contratación del central Chygryskiy, y mientras hablaban de futuros candidatos en el ataque para acompañar a Leo Messi, salió en nombre de Zlatan. Laporta llamó a su agente Mino Raiola y minutos después el avión, que sobrevolaba en esos momentos Atenas, desviaba el rumbo hacia Milán para cerrar una cita urgente con Moratti. El resto ya es historia...


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