La herencia envenenada del Bayern
Rummenigge dejó su cargo en manos de Kahn y el portero recibe, junto a Salihamidzic una lista de tareas pendientes en forma de renovación y fichajes que tiene en vilo a la afición del Bayern.
El Bayern pretendía acometer un pequeño cambio en su política de renovaciones. La pandemia le impidió ajustar como hubiera deseado con hombres como Alaba y Boateng. Ambos han terminado saliendo del club. También sucedió algo parecido con Thiago, al que el club se vio obligado a vender por 30 millones porque no había renovado. Ahora al Bayern le hubiera gustado mantener al austriaco, mientras que con Boateng no se transigió. Esto último fue el casus belli que acabó con la salida de Flick del banquillo, después de llevar al extremo su desencuentro con Salihamidzic por la política que se estaba llevando en la confección de la plantilla.
Ahora en Múnich miran con preocupación máxima la tarea que tienen por delante los dos gerentes porque las primeras curvas ya han aparecido. El Bayern quería avanzar renovaciones, pero no está consiguiéndolo. Coman se ha desmarcado rechazando la primera propuesta, quiere que se le equipare a la altura de Sané. Goretzka, que termina en 2022, también está en un tira y afloja importante con equipos como Real Madrid, Barcelona y Manchester United ya a la espera. Y es que la nómina es extensa y, además hay que fichar.
Negociar en tiempos de pandemia.
Kahn y Salihamidzic tienen que lidiar primero con los tres futbolistas internacionales que concluyen su vínculo justo en un año. Süle, Tolisso y el propio Goretzka. Sueldos importantes todos, más aún en tiempos de pandemia. El Bayern anunció oficialmente rebajas hace unos meses, debido a la situación económica que se vive en el club por la pandemia, pero no acaba de convencer a sus futbolistas. Pero es que tras ese trío se vienen casos aún más problemáticos. Terminan contrato en el Bayern en 2023 pesos pesados como Müller, Lewandowski, Neuer, Kimmich, Gnabry y Coman. Casi nada. Que los jugadores entiendan la urgencia del Bayern a la vez que se refuerza el equipo es un plato difícil de cocinar para un Kahn que tendrá que ganarse el sueldo. Las pérdidas han sido cuantiosas y la recuperación aún tardará.