Koeman descartó a Haaland

Steve Walsh, jefe de ojeadores del Everton en la época del técnico holandés en Goodison Park, tenía cerrado el acuerdo por 4 M€ en 2016, pero no le escucharon.

As.com
Ahora todos se pelean por él, pero cuando Erling Haaland jugaba en el Byrne de la segunda división noruega, los focos apuntaban en otras direcciones. Aunque es ahí donde destaca el famoso ojo clínico de los ojeadores y Steve Walsh es un maestro en la materia. En 2016, después de haber desenterrado joyas como N`Golo Kanté, fichado por 6 millones del Caen, Riyad Mahrez, por 600.000 euros del Le Havre, o Jamie Vardy, del Fleetwood Town, el Everton le convirtió en su jefe de ojeadores. Ese mismo verano llegaría Ronald Koeman al banquillo toffee y el holandés se encontró con un fichaje potencial sobre la mesa: un joven y espigado delantero noruego de 16 años.

Walsh y su equipo de ojeadores habían inidentificado a un por entonces desconocido Haaland, como él mismo reconoció en una entrevista con The Athletic en 2019, como una estrella del futuro. "Tenía a Erling Haaland, el delantero del Salzburgo (estaba allí en el momento de la entrevista), y a su padre convencidos con un acuerdo por 4 millones de euros", explicó. El cyborg noruego estuvo cuatro días a prueba y Walsh recomendó su fichaje, pero ni a Koeman ni al Everton les pareció una buena operación.

El resto es historia. Haaland se marcharía al Molde un año después para unirse al RB Salzburgo en enero de 2019. Allí reventaría la puerta de la élite futbolística a base de goles y el Dortmund se adelantaba a todos los postores y se hacía con el ariete. En 59 partidos con el conjunto borusser ha logrado 57 goles y 15 asistencias, opositando al trono del fútbol mundial junto a Kylian Mbappé. Seguro que muchos aficionados del Everton se tiran de los pelos y piensan qué hubiera pasado si Koeman hubiera escuchado a su jefe de ojeadores, como desliza el 'Mirror' británico.

Walsh se ha convertido en director deportivo del Everton y trata de limar distancias con la cabeza de la Premier. Además, no es Haaland el único futbolista del cual pueden lamentarse en Merseyside, puesto que Andy Robertson y Harry Maguire, antes de marcharse al Liverpool y al Leicester (después al United), estuvieron a tiro por una cantidad conjunta de 25 millones de euros, cuando aún jugaban en el Hull City.

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