F1 | GP DE AZERBAIYÁN Checo gana, Max estalla y qué final de Alonso en un día loco

El neerlandés iba a arrasar en Bakú cuando se estrelló por culpa de un pinchazo. Hamilton se queda sin frenos y pierde el podio. Alonso, 6º; Sainz, 8º.


Jesús Balseiro
As
Los Red Bull ejercieron de morlacos en el encierro de Bakú, pero no era 7 de julio, sino 6 de junio, y no conviene celebrar antes de tiempo. Verstappen había firmado un carrerón digno del líder del Mundial y su equipo iba camino del primer doblete desde Malasia 2016. Habían arrasado el GP de Azerbaiyán cuando, a tres vueltas del final, su RB16B se revolvió por un pinchazo inesperado y golpeó violentamente contra los muros a muy alta velocidad. Instantes antes, le había ocurrido algo similar a Stroll con unos neumáticos muy fatigados. De 25 puntos a cero. Lo inexplicable es que Hamilton no sacaría rédito de la situación porque llegó al final de la carrera sin frenos. Fue un enorme Checo Pérez quien ganó en Azerbaiyán, gigante a la altura de Red Bull que pilota y el compañero que tiene, flanqueado en el podio por Vettel (Aston Martin) y Gasly (Alpha Tauri).

El resultado final se explica mejor desde el principio. La carrera fue plana hasta su ecuador. Leclerc defendió tímidamente la pole al inicio, pero pronto le superó Hamilton y no mucho más aguantó a Verstappen y Pérez. Los cambios de neumáticos situaron al Mercedes por detrás de los dos Red Bull y al inglés, incapaz de toser al Checo a pesar del DRS y la ventaja del rebufo. Atrás, Sainz cedió un puesto en la arrancada y Alonso ganó otro.

En la octava vuelta empezaron las paradas en boxes, que complicaron la jornada a los dos pilotos españoles. El madrileño salió detrás de los Alfa Romeo y con los neumáticos duros fríos perdió el control en una escapatoria. Evitó el accidente, pero su error le hizo perder demasiados segundos valiosos que le desconectaron de la zona media. El asturiano, mientras tanto, se mantuvo en tierra de nadie sin posibilidad de puntos, en aquel momento.

Hubo un aviso, en la vuelta 30 el Pirelli trasero izquierdo de Stroll estalló en plena recta. El canadiense no había parado todavía, era el único en esa circunstancia, y su Aston Martin chocó con fuerza contra las protecciones. El alerón delantero llegó a superar la altura de la valla de seguridad. Salió un safety car que reagrupó al pelotón. Arriba no hubo cambios, pero un renacido Vettel aprovechó la resalida posterior para superar a Leclerc y Gasly y situarse cuarto, tras los ‘grandes’. Sainz también sacó partido y se aupó hasta la novena plaza, entre los McLaren. Alonso cambió ruedas, pero se quedó todavía más lejos del tren del top-10.

Accidente polémico de Verstappen

Y entonces, el drama que pudo cambiar el rumbo del Mundial: en el 48ª paso por meta de 51, el líder de la carrera se revolvió contra el hormigón cuando reventó uno de sus neumáticos (a los que pateó cuando se bajó del monoplaza). Sus gomas duras tenían 33 vueltas encima, ¡seguía la estrategia de libro de Pirelli! Checo agarraba así el liderato sobre Hamilton mientras Seb se alzaba con un puesto de podio, pero… no había terminado la tarde.

Michael Masi, director de carrera de la FIA, sacó la bandera roja y convocó una carrera con las dos vueltas pendientes y la incertidumbre de recurrir a unas ruedas que se habían revelado como inseguras. El debate debió ser caliente porque la decisión de retomar la competición se alargó durante minutos eternos, con los coches aparcados en el pit-lane. Habrá reproches en los próximos días y se hablará mucho de compuestos hasta que llegue el GP de Francia.

Hamilton no tiene frenos

Se salió desde la parrilla para las dos vueltas más frenéticas que se recuerdan en la F1. Porque cuando parecía que no podían pasar más cosas… ¡Hamilton se quedó son frenos! El inglés ya humeaba esperando a los semáforos, pasó a Checo en la arrancada pero se fue recto en la curva y le adelantó todo el grupo. Lamentable. Así se escapó Pérez hacia una victoria que entonces, por fin, era alegre de verdad para Red Bull. El mexicano logra su segundo triunfo tras Sakhir 2020 y se reafirma dentro del garaje como el piloto ideal para acompañar a Verstappen.

Vettel fue segundo y Gasly se hizo con el tercer puesto tras una fiera lucha contra Leclerc y Norris que pudo ganar cualquiera, y se llevó el francés de Alpha Tauri. Y no muy lejos, Alonso protagonizó un rush final digno del bicampeón que es para pasar del décimo al sexto en apenas ocho kilómetros. Ha vuelto. Superó a Tsunoda, Sainz (octavo final, cuatro puntos en un día complicado) y Ricciardo, además de al averiado Sir Lewis, que acabó igual de descontento que Verstappen. Bueno, Verstappen acabó igual de líder que antes de empezar la carrera. Quizás por eso se le escapó media sonrisa cuando seguía el podio de Pérez junto a sus mecánicos.

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