España no pasa de tercera y no somete al rival

A la Selección se le da mal contrarrestar un sistema 1-5-3-2 como el de Polonia, lo que provoca que no consiga imponer su juego y someter al adversario.

Javier G. Matallanas

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Tres centrales. Luis Enrique se vio sorprendido por el planteamiento de Polonia que salió a presionar a España. La Selección no aprovechó los espacios que generó Polonia en ese pressing. Es poco habitual que las defensas rivales no hagan repliegue intensivo y avancen la línea. España no pudo apenas pillar desordenada a la defensa de cinco polaca. Al conjunto que dirige Luis Enrique le cuesta contrarrestar a los equipos que juegan con tres centrales.

Sin continuidad. La Selección no dio continuidad ni velocidad al juego. Jugó a tirones y a impulsos y a lo que quiso Polonia, que con su planteamiento sorprendió y fue superior a España. El equipo está espeso y da la sensación de que pueda tener problemas físicos porque no pasa de la tercera velocidad y no mete cuarta ni quinta.

Sin agresividad. Los internacionales y el seleccionador negaron tras el partido que hubieran tenido un problema de actitud. Lo que si se les puede reprochar es la falta de agresividad en la fase defensiva. No se puede confundir tener un buen manejo del balón y tratar de iniciar el juego creando superioridad desde atrás, con defender sin tensión y sin agresividad

Someter al rival. La Selección de Luis Enrique no ha impuesto su juego ni ha sometido al rival en ninguno de los dos partidos de la Eurocopa. Ha tenido tramos de buen juego, sobre todo en el primer tiempo ante Suecia, pero no es capaz de darle ritmo alto al juego para intentar desordenar al equipo contrario.

Encorsetados. El sistema de Luis Enrique es una buena idea que habrá que cambiar si no funciona. Ante Suecia y Polonia se ha visto que la Selección necesita de una versatilidad táctica para realizar alternancia en el juego y no jugar siempre a lo mismo. Porque en los dos últimos partidos el equipo no ha acabado en el área rival buscando un triunfo necesario, víctima de no modificar el sistema buscando un gol para lograr el triunfo.