El G7 acordó la donación de 1.000 millones de vacunas y exigió una investigación “transparente” en China sobre el origen del COVID-19
El comunicado de la cumbre anunció que las dosis serán repartidas a los países más pobres a través del mecanismo Covax. También instaron a Rusia a poner “fin a sus actividades desestabilizadoras y malignas”
”Me complace anunciar el compromiso (del G7) de mil millones de dosis de vacunas, bien directamente o a través de financiación de (el programa internacional) COVAX”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson, anfitrión de la cumbre celebrada en Cornualles (suroeste de Inglaterra), dijo en la rueda de prensa de clausura de la reunión de mandatarios.
Los líderes del Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos indicaron que el compromiso de donaciones directas alcanza las 870 millones de dosis, la mitad de las cuales se deberán destinar antes del final de este año. En su intervención, Johnson dijo que cien millones de esas dosis saldrán del Reino Unido.
En el texto firmado por los miembros, también se refirieron a la necesidad de una pesquisa profunda e independiente sobre el origen de la pandemia, a realizarse en el gigante asiático. “Pedimos un estudio oportuno, transparente, dirigido por expertos y con base científica de fase 2 por la OMS sobre los orígenes del covid-19, que incluya, como recomienda el informe de los expertos, a China”, indicaron.
Con respecto a Beijing, los firmantes también instaron al respeto de libertades en su región occidental de Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur, y en Hong Kong, donde el régimen de Xi Jinping ha reprimido a los defensores de la democracia. “Promoveremos nuestros valores, entre otras cosas pidiendo a China respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, especialmente en relación con Xinjiang y con los derechos, las libertades y el alto grado de autonomía de Hong Kong”, expresaron.
Los expertos calculan que serán necesarias 11.000 millones de dosis como mínimo para derrotar a la pandemia a nivel global. Preguntado sobre la suspensión de las patentes de vacunas -una medida preconizada por más de cien países en todo el mundo, incluido Estados Unidos-, Johnson dijo que “lo verdaderamente importante es elevar la capacidad de manufactura en todo el mundo, especialmente en África”. El premier conservador insistió en la necesidad de acelerar la transferencia de conocimiento y de tecnología y añadió: “El camino a seguir es vender las vacunas a precio de coste, defendemos el modelo de Oxford/AstraZeneca”.
La cumbre, una oportunidad para reimpulsar la alianza de Occidente luego del inicio del gobierno del estadounidense Joe Biden, también apuntó contra Vladimir Putin y la injerencia rusa en los sistemas democráticos de otros países. “Reiteramos nuestro interés por unas relaciones estables y predecibles con Rusia” y “reafirmamos nuestro llamamiento a Rusia para que ponga fin a sus actividades desestabilizadoras y malignas”, afirmó el bloque en un comunicado final publicado al término de su cumbre de tres días en el suroeste de Inglaterra.
En relación al cambio climático, afirmaron: “Nos comprometemos a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas a más tardar en 2050, a reducir a la mitad nuestras emisiones colectivas durante las dos décadas hasta 2030, a aumentar y mejorar la financiación para el clima hasta 2025 y a conservar o proteger al menos el 30% de nuestra tierra y los océanos para 2030”.
Los líderes del G7 también apoyaron la celebración de los Juegos Olímpicos en Tokio, considerando que “de manera sana y segura sería un símbolo de la unidad global contra el COVID-19”.