El ARN mensajero va más allá de la COVID: lucha contra el cáncer, problemas genéticos...

 Aunque los resultados al aplicarlo ahora están haciendo retroceder la pandemia de coronavirus, los investigadores llevan décadas apostando por esta tecnología.

As.com
Las vacunas de Pfizer y Moderna están basadas en la tecnología de ARN mensajero, que aunque pueda sonar nueva para el público en general, se trata de un método por el que los investigadores han apostado durante décadas. Ahora, los resultados están haciendo retroceder la pandemia, pero su uso va más allá del coronavirus.

Este enfoque también se muestra prometedor contra otras enfermedades como el sida o las infecciones que amenazan a los bebés y niños pequeños: el virus respiratorio sincitial y metapneumovirus.

Asimismo, se está probando como tratamiento para cánceres, incluidos el melanoma y los tumores cerebrales. Podría ofrecer una nueva forma de tratar las enfermedades autoinmunes y también se está examinando como una posible alternativa a la terapia génica para afecciones intratables como la anemia de células falciformes.

Cáncer

Jason McLellan, biólogo estructural y presidente de Química Robert A. Welch en la Universidad de Texas en Austin, destacó en CNN que el ARNm "puede usarse para que el cuerpo produzca una molécula beneficiosa". Los diferentes tipos de células tumorales tienen varias estructuras reconocibles en el exterior que el sistema inmunológico puede reconocer. 

Moderna está trabajando ya en varios remedios personalizados contra el cáncer, tal y como señala la propia compañía en su página web: "Identificamos mutaciones encontradas en las células cancerosas de un paciente. Luego creamos una vacuna que codifica para cada una de estas mutaciones y las cargamos en una sola molécula de ARNm".

"Si bien creemos que nuestro enfoque es ampliamente aplicable en varias áreas terapéuticas, nuestros programas más avanzados se centran en oncología, donde hemos tratado a más de 250 pacientes en 17 tipos de tumores hasta la fecha", recalca la empresa.

Enfermedades autoinmunes

Según detalló McLellan, "el uso de ARNm para combatir enfermedades autoinmunes es un área emocionante". Actualmente, los tratamientos son pesados e implican reducir áreas específicas de la respuesta inmune errónea, algo que puede dejar a los pacientes con enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide vulnerables a la infección.

BioNtech ha estado trabajando con investigadores académicos para usar ARNm para tratar ratones genéticamente modificados para desarrollar una enfermedad similar a la esclerosis múltiple. En los roedores, el tratamiento pareció ayudar a detener el ataque, manteniendo intacto el resto del sistema inmunológico.

Terapia de genes

La idea detrás de la terapia génica es reemplazar un gen defectuoso por uno que funcione correctamente. A pesar de décadas de trabajo, los investigadores no han tenido mucho éxito, con la excepción de ciertas deficiencias inmunológicas y algunas enfermedades oculares.

Ahora, el ARN mensajero podría usarse para cambiar las instrucciones que van a la médula ósea, donde se producen los glóbulos rojos, diciéndoles que produzcan células con formas más saludables. Las pruebas en ratones han sido prometedoras, y el siguiente paso será hacerlo en monos. 

Enfermedades transmitidas por garrapatas

El ARNm también podría funcionar contra algunas enfermedades transmitidas por garrapatas. Una de ellas es la enfermedad de Lyme, causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. Por lo general, la garrapata debe permanecer adherida de 36 a 48 horas antes de transmitir la bacteria al huésped, pero si la garrapata se cae antes de eso, no puede transmitir la infección.

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