Antony Blinken habló con el canciller de China para exigirle que cese la presión sobre Taiwán y transparencia para investigar el origen del COVID-19
Fue el primer intercambio directo entre el jefe de la diplomacia estadounidense y su homólogo Yang Jiechi desde su tenso encuentro en Anchorage, Alaska, en marzo de este año
Blinken, que llamó desde la cumbre del G7 en Inglaterra a su homólogo chino Yang Jiechi, “subrayó la importancia de la cooperación y la transparencia respecto al origen del virus”, incluyendo permitir que expertos de la Organización Mundial de la Salud vuelvan a China, según un comunicado del Departamento de Estado estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a finales de mayo a la inteligencia estadounidense -que se debate entre la tesis de un origen animal del virus y la de una filtración desde un laboratorio en la ciudad china de Wuhan- que “redoble sus esfuerzos” para explicar el origen del COVID-19, y que presente un informe en un plazo de 90 días.
Antony Blinken también pidió a Pekín que “ponga fin a su campaña de presión contra Taiwán” y que “resuelva de forma pacífica” las cuestiones relacionadas con la isla.
Mencionó la “preocupación” de Estados Unidos por “el genocidio y los crímenes contra la humanidad en curso”, dirigidos, según el gobierno estadounidense, contra los musulmanes uigures de Xinjiang. También se refirió al “deterioro de las normas democráticas en Hong Kong”.
Se trata del primer intercambio entre los dos funcionarios desde su extremadamente tenso encuentro en marzo en Anchorage, Alaska, durante el cual las dos grandes potencias rivales mostraron sus diferencias ante las cámaras del mundo, dando la impresión de una brecha insalvable.
Según los informes estadounidenses y chinos, el tono fue de nuevo de confrontación.
El secretario de Estado estadounidense volvió a pedir la “liberación inmediata” de los ciudadanos occidentales víctimas de “detenciones arbitrarias” en China.
Los funcionarios también hablaron de temas en los que sus países tienen, según Washington, intereses comunes, como Corea del Norte y "la necesidad de que Estados Unidos y la República Popular China trabajen juntos para desnuclearizar la península coreana", así como temas relacionados con Irán, Birmania y la crisis climática.