A 35 años de la tarde más gloriosa de Maradona
El primer gran golpe de Pelusa en el mítico estadio Azteca fue de la manera menos esperada, pero más deseada: a los 51 minutos, el Diez saltó como pocas veces y tocó la pelota con su puño izquierdo para burlar a Peter Shilton y marcar el 1-0 parcial ante Inglaterra. La Mano de Dios acaba de nacer.
Cuatro minutos más tarde, a los 55', Maradona hizo lo que vimos tantas veces por televisión o en Internet: tomó el balón en la mitad de la cancha, amagó a todo inglés que se le pusiera adelante, relojeó a Jorge Valdano todo el tiempo, eludió a Shilton, dejándolo revolcado en el piso, y tocó de zurda hacia el fondo de la red. Nunca nadie igual.
En esta parte del mapa pueden faltar muchas cosas, pero no memoria. A 35 años de aquella gesta futbolística, que tocó fibras íntimas como no lo hizo ningún encuentro de fútbol, el grito sigue siendo el mismo: ¡gracias Diego!