Un blooper puso a Independiente casi en octavos de final

Independiente le ganó a Bahía gracias a un gol en contra y sólo necesita empatar con Guabirá de local para clasificarse. El equipo brasileño lo superó gran parte del partido.

Olé

Un día de suerte es lo que todo el mundo espera. Ese día que no hace falta llevar la herradura, evitar pasar por debajo de una escalera o hacer los cuernitos cada tanto. Y bueno, a un Independiente luchador en este último tiempo, con problemas de Covid, con ingratos viajes al exterior, con profundas tristezas internas, se le dio eso que pocas veces te va a pasar en la vida. Un centro común y silvestre, Douglas rechazó mal, le rebotó a Anderson y 1-0.


Ese resultado representa ni más ni menos que 3/4 de boleto para octavos de final. El Rojo, con apenas empatar ante el peor del grupo la semana que viene (Guabirá), seguirá activo en la Sudamericana a la vez que pelea el torneo local, otra deuda que tiene pendiente.

Pero ojo, si juega de vuelta como anoche en cualquiera de las competencias, sí necesitará por lo menos una patita de conejo. Fue flojo tirando a reflojo lo que hizo el equipo de Avellaneda. Y dejando en claro que lo más justo para el partido era un empate sin goles, si le hubiese tocado perder no le habría llamado la atención a nadie.

Bahía dominó casi siempre, casi siempre tuvo la pelota en su poder y eligió el rumbo del partido. Se apoyó en un lateral bárbaro como Nino Paraíba, jugó sobre todo por el costado derecho, y desde ahí complicó con centros y desbordes. Cuando se sumaron Rossi, Rodriguinho y Thaciano se vieron las mejores triangulaciones, dejando mal parado a Ortega. Pero la definición no fue el fuerte de los brasileños: lo perdieron Gilberto, Thaciano, Rodriguinho y dos veces Juninho. Así es imposible ganar, muchachos...

El Rojo nunca encontró la sortija y apenas tuvo unos pasajes de orientación en la cancha, cuando pudo frenar la calesita. Probó Palacios, Insaurralde buscó por arriba, Velasco tanteó de lejos... Nada de juego colectivo, poco de inventiva y, en consecuencia, una producción floja que no merecía tres puntos. Pero si Bahía andaba regalón, ¿quién le iba a decir algo? Blooper insólito en el área, gol del local y a cuidar esos tres puntos. A cuidar esos 3/4 del boleto a octavos.


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