Ter Stegen se encoge
En los últimos 14 tiros a puerta que ha recibido, ha encajado nueve goles, un 64% cuando su media es el 29%. En Mestalla demostró que no domina el juego aéreo.
En Valencia, Ter Stegen demostró que no domina el juego aáreo, uno de sus talones de aquiles. A sus ya clásicas dudas en los centros cruzados, añadió una tremenda falta de determinación y contundencia en el 1-0. El portero de Moenchengladbach no fue capaz de quitarse de encima a Correia; ni siquiera lo hizo dentro del área pequeña, donde el portero es intocable. En lugar de cargarle para coger la posición y atrapar el balón, intentó esquivarlo en una maniobra infantil que fue fatal para el Barça.
No son los mejores días de Ter Stegen. Porque, además de esos problemas para ocupar espacios y mandar fuera de la portería, seguramente donde más inferior es a Neuer, su rival por la titularidad en la selección alemana, también ha dejado de hacer magia bajo palos,
donde sí es de los mejores del mundo gracias a su flexibilidad y sus
reflejos. Contra el Madrid no fue capaz de anticiparse y adivinar donde
iba al taconazo de Benzema; ante el Villarreal no pudo sacar el mano a
mano a Chuwkueze; y contra el Granada tampoco a Machis, en una acción a
la que otras veces se anticipa para tapar portería. Vive Ter Stegen demasiado bajo techo, confiando en unos reflejos que ahora tampoco le están acompañando.
Y queda claro que si el Barça quiere competir LaLiga en los últimos
cuatro partidos, necesita que el alemán mejore su estadística de manera
urgente. Después del subidón del mes de enero, en el que salvó al equipo
en los penaltis de la semifinal de la Supercopa y mantuvo el sueño de
la final con el que le detuvo a Ocampos en el Camp Nou, ahora vive
momentos más bajos.