Renuncia a su cama en el hospital para salvar a otro paciente: "Ya he vivido mi vida"
Ejemplo de humanidad el de un octogenario en India. Ingresó en el hospital por coronavirus y pidió a los médicos que le dieran el alta para ingresar a alguien más joven.
Una situación que ha llevado a quemar los cuerpos de los fallecidos por COVID en plena calle y, al mismo tiempo, a una saturación crítica de los hospitales, a pesar de recibir ayuda internacional. En este contexto Narayan Dabhalkar, un hombre de 85 años, decidió dejar su cama en un hospital a un varón de 40 años de edad, según informan medios locales.
"Tengo 85 años. Ya he vivido mi vida. Salvar al joven es más importante. Sus hijos son pequeños, por favor denle mi cama", pidió el hombre, que había sido ingresado por coronavirus en el centro Indira Gandhi Rughnalaya de Nagpur. Tal y como informan los medios del país, tomó al decisión tras escuchar a la esposa del hombre solicitar su ingreso. Dabhalkar se encontraba en la sección de urgencias y con un nivel bajo de oxígeno, por lo que su situación era preocupante.
Los médicos del centro le pidieron que reconsiderase su decisión, puesto que su condición no era estable. No obstante, el anciano se mantuvo firme. Quería pasar los últimos días con su familia, cuenta su hija. "Lo llevamos de urgencia a IGR cuando sus niveles de oxígeno bajaron el 22 de abril. Conseguimos una cama después de un gran esfuerzo, pero regresó a casa en un par de horas. Mi padre dijo que preferiría pasar sus últimos momentos con nosotros". A los tres días de regresar a casa, falleció a causa del coronavirus.
Situación en India
Durante las últimas semanas, el país asiático se ha convertido en el epicentro de la pandemia a nivel mundial: casi la mitad de los casos globales de contagios se producen allí, mientras que una cada cuatro muertes reportadas en la última semana pertenecen a India. Esto ha provocado una situación límite en los centros y hospitales, que sufren falta de camas y de oxígeno. Desde el inicio de la pandemia, el país ha registrado más de 22 millones de contagios (segundo en el mundo tras Estados Unidos), mientras que más de 242.000 personas han fallecido.
