Ramos está en una encrucijada
Tampoco es segura la participación de Ramos en el vital partido ante el Sevilla de este domingo, siempre muy especial para él porque desde allí fichó por el Madrid. El central se quedó en el gimnasio en la sesión preparatoria del viernes, al igual que Valverde y Vinicius, y la idea es que se pruebe en el entrenamiento del sábado para ver si puede ser de la partida. Zidane cuenta con que, si le da el físico, siga liderando al equipo de aquí a final de temporada. Y que esté o no varía mucho la idea de juego, ya que con Ramos el 3-5-2 es factible y, sin él, es más probable en 4-3-3 con Nacho o el propio Valverde en el lateral derecho.
Con respecto al futuro de Ramos en el Real Madrid nada ha cambiado. O sí. El fichaje de Alaba se da por descontado después de que Sky anunciara que ya hay un acuerdo definitivo entre el defensa austriaco y el Real Madrid. Todo, a falta de la firma. Si la primera vez que se anunció el inminente traspaso fue el propio agente del futbolista, Pini Zahavi, quien se apresuró a desmentirlo, en esta segunda ocasión no salió nadie a la palestra para negar la información. Ha trascendido, incluso, que Alaba cogerá el sueldo de Ramos: 12 millones netos por temporada.
La otra operación que afecta a Ramos es la renovación de Varane. El central francés termina contrato en 2022 y está por la labor de buscar otro destino si no renueva al alza con la entidad blanca. Y eso parece complicado en la situación de crisis actual. El Madrid, incluso, vería con buenos ojos un traspaso si la cifra se acerca más a los 100 millones que a los 50. Le quiere el United. Con Varane fuera del club, Ramos tendría más opciones de renovar…
De cualquier manera, las posturas entre Ramos y el Real Madrid siguen en un punto muerto. El central, ya con 35 años, quiere firmar dos años de contrato manteniendo su actual sueldo. El Madrid, por su parte, le ofrece uno (como es costumbre para los jugadores de su edad, como sucede con Modric), y mantenerle su sueldo actual, pero con una rebaja del 10%, la misma que ya ha aceptado gran parte de la plantilla en negociación individual… Pero lo cierto es que, cada partido que pasa, al capitán se le agota el tiempo. Y más si no puede jugarlo.