Los Wizards completan la machada y amenazan a los Celtics
Los de Washington ganan en su duelo directo a Charlotte y acaban octavos del Este. Los Hornets tendrán que ganar en Indiana si no quieren irse para casa.
El partido decisivo con el que firmaron el octavo puesto de la liga regular se las traía. Su rival, los Hornets, estaban en la misma situación que ellos. Quien ganase era octavo y quien perdiese, décimo. Y la mayor parte del partido fueron por delante los de Charlotte. Y durante esa gran parte del encuentro tanto Westbrook como Bradley Beal no daban pie con bola en lo que a puntería se refiere. Hubo un momento del tercer cuarto en el que entre los dos llevaban un 6/25 en tiros de campo. Los Wizards hacían la goma agarrándose al buen hacer del jovencísimo Rui Hachimura (16 puntos, 6 rebotes, 58,3% en tiros de campo), a los minutos de genialidad de Ish Smith (15+7+8), que se alargaron hasta el final, y a la aparición de Robin López (18+6) para aportar por dentro lo que estaba faltando por fuera.
Hasta ese momento se jugaba a lo que querían los bajitos de los Hornets, especialmente Terry Rozier, que se quedó al borde del triple-doble (22+9+9). Pero con la llegada del último cuarto la película empezó a cambiar. Ocurrieron dos cosas: los Wizards se pusieron serios atrás al mismo tiempo que Westbrook y Beal comenzaban a carburar. Cuando llegaron los últimos minutos las dos estrellas ya estaban jugando a pleno rendimiento y el apagón en los Hornets fue general (0 puntos anotados en los últimos 3 minutos). Westbrook, que sumó otro triple-doble, y Beal, junto al resto del equipo capitalino, amenazan ahora a unos Celtics con muchas dudas y algunas bajas (sobre todo la de Jaylen Brown). El que gane el partido que se disputará en la madrugada del martes al miércoles, 03:00 hora española, tendrá un puesto en playoffs. El que pierda se jugará el último boleto a vida o muerte ante el ganador del Pacers-Hornets, que se disputa ese mismo día, un poco antes (00:30).
Knicks 96 - Celtics 92
Otra de las grandes historias de esta temporada regular es el esperado regreso de los New York Knicks a los playoffs, que no pisaban desde 2013. El equipo de la Gran Manzana no sólo volverá a estar en las eliminatorias por el título, si no que lo hará como local en primera ronda gracias al cuarto puesto que se ha ganado a lo largo de un curso cada vez menos sorprendente según iban avanzando las semanas. Con la pizarra de Tom Thibodeau y la excelencia de Julius Randle, quien se ha estrenado este año como all star, como motivos principales, pero con un grupo mucho más serio, compacto y competitivo de lo que imaginaba la mayoría, los Knicks se han ganado por derecho propio acabar donde han acabado. El último encuentro acabó con susto, ya que unos Celtics sin titulares estuvieron a punto de remontarles una ventaja que llegó a los 21 puntos al final del tercer cuarto. Los de Boston se pusieron a uno (93-92 a 2:13 del final) y, desde ese momento, sólo hubo una canasta más en juego (en la siguiente jugada) y un tiro libre anotados, ambos por los Knicks.
Raptors 113 - Pacers 125
Por último, en esta lucha por situarse mejor que el resto en el play-in del Este, los Pacers partían con las cartas marcadas. Lo mejor que les podía pasar era acabar novenos si ganaban y jugar así como locales la primera eliminatoria, que es lo que va a pasar. En ningún casa podían alcanzar la octava plaza, así que los de Indiana ya salieron a la pista en Tampa mentalizados de que si quieren estar en playoffs tendrán que ganar dos duelos a vida o muerte y que el premio será enfrentarse en primera ronda con el mejor equipo de la conferencia en temporada regular: los Philadephia 76ers. De momento hicieron los deberes ante unos Raptors que a buen seguro querrán olvidar esta temporada cuanto antes, en la que la acumulación de bajas importantes en los últimos dos años (Kawhi, Green, Marc, Ibaka) ha acabado pasando factura. Aún está por ver si el año que viene regresará Kyle Lowry, que no saltó a la pista como la mayoría de jugadores principales de los canadienses. En los Pacers destacaron Oshae Brissett, que logró su récord personal de anotación (31) y Domantas Sabonis, con 25 puntos y 16 rebotes.