Los Lakers ya están en el pozo
Derrota en Portland, bajo mínimos pero peleando hasta el último minuto, y el temido séptimo puesto se convierte en una realidad de la que será difícil escapar para el campeón.
Y los Lakers perdieron, como estaba cantado. Pero (106-101 final) dieron una lección de coraje y orgullo contra unos Blazers que ganaron, porque la ocasión no podía ser más propicia, pero dejaron muchísimas dudas, con esa permanente sensación de que el gran salto tampoco ha llegado esta vez y que estamos viendo los últimos partidos con Terry Sttots (en el cargo desde 2012) como entrenador. El partido era gordo: según el BPI (Basketball Power Index, un medidor de todos los elementos que influyen en el juego) de ESPN, los Lakers tenían un 91% de opciones de evitar el play in con un triunfo pero solo un 18% con una derrota. Esa proporción era 80-26 para los locales. Así que había lo suficiente en juego. Tras el partido la cosa queda así: Mavericks quintos en 39-28, Blazers sextos en 38-29, Lakers séptimos en 37-30. Los Blazers tienen el desempate ganado a Mavs y Lakers pero acaban jugando en cuatro días contra Jazz, Suns y Nuggets. Así que habrá que ver qué pasa esta semana, pero todo apunta a que (ocho derrotas en los últimos diez partidos) los Lakers ya no se van a escapar del play in, con duelo contra los Suns mañana, todavía sin LeBron (se supone) y seguro sin Schröder.
Y el primer partido del play in enfrenta a séptimo contra octavo, ahora mismo, y con muchas opciones de que se mantenga así, Lakers vs Warriors. LeBron James vs Stephen Curry, otra vez. Desde luego, cuando la NBA planeó este giro argumental entre la regular season y los playoffs no podría haber imaginado algo más ruidoso; más magnético, más mediático: mejor.
Desmadejados, los Lakers rozaron lo que habría sido una pequeña proeza en Portland. Les faltó una pizca de talento en ataque, seguramente una noche como mínimo decente de Kyle Kuzma (4 puntos, 2/11 en tiros), que falló un triple para empatar a falta de 43 segundos (con 100-97). Tampoco les habría venido mal una atuación mejor de los árbitros, caseros y con varias acciones muy claras y muy cuestionables en el último cuarto. La definitiva, un goaltending de Kuzma que solo vieron ellos y que evitó el 94-92. A continuación llegó, para el 97-90, un triple de Damian Lillard, que recibió un par de cables en faltas muy justitas o inexistentes. El base acabó con 38 puntos, 7 asistencias y un 5/9 en triples. Como siempre el mejor de su equipo, acompañado por McCollum (21 puntos), Powell (19) y Nurkic (10+13 rebotes+5 asistencias). Los Blazers ganaron, pero su defensa sigue alejándoles de ser un aspirante verdaderamente serio.
Para los Lakers hubo una buena noticia, al menos: Anthony Davis pareció Anthony Davis, casi por primera vez desde su regreso (también jugó bien contra los Nuggets): 36 puntos, 12 rebotes, 5 asistencias y muy bien de piernas. Se le sumaron Kentavious Caldwell-Pope (17+4+5) y un Caruso que jugó, mermado, un partido emocionante: 18 puntos, 6 rebotes y un enorme esfuerzo defensivo. En el habitual extraño baile de pívots, Harrell no jugó, Drummond decepcionó (si es que tal cosa es posible) en 22 minutos (4 puntos, 9 rebotes, 6 personales) y Marc Gasol jugó más que él (6+4). El campeón enseñó la defensa y el nivel de Davis que dejan claro que siempre va a estar a tiempo si LeBron James regresa en plenitud (o en algo que se le parezca mucho). Pero la temporada se acaba, las certezas no existen y la realidad, ya casi sin volantazo posible, es el play in. Es lo que hay en esta temporada maldita.