LeBron llega a tiempo
Según el periodista Shams Charania, la estrella de los Lakers pretende jugar el próximo partido, frente a los Knicks, o el siguiente, frente a Houston.
En pocas horas, pues, el estado de ánimo en la parte púrpura y dorada de Los Ángeles ha mejorado considerablemente. De perder de forma seguida ante Clippers y Blazers, en lo que era una auténtica 'final' por el play-in, han pasado a imponerse con solvencia ante los Suns, uno de los mejores equipos de la temporada, y a verse, de nuevo, con sus dos máximas estrellas para afrontar un tramo final de infarto. Y es que, ante Phoenix, Anthony Davis volvió a ser Anthony Davis. El ala-pívot, en esa versión que, de inmediato, eleva las aspiraciones de cualquier equipo de la NBA, firmó 42 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias con un +25 en pista. Su mejor actuación tras volver de la lesión. Un auténtico partidazo para darle continuidad a lo mostrado la noche anterior en el ámbito individual. Frente a Portland, a pesar de la dura derrota, que le llevó a acumular un -11, ya registró un 36+12+5. De no torcerse la progresión normal - se pueden cruzar los dedos -, parece que llegará en el mejor estado de forma posible tras lo sufrido.
Mucha luz tras amagar con la máxima oscuridad. Hace apenas tres días, el escenario era totalmente contrario. Hoy, está muy cerca volver a ver a Davis y a LeBron juntos sobre la pista, pero en el partido frente a Dallas Mavericks, pareció que se escapaba, de nuevo, de forma indefinida. Un mal gesto con el tobillo, que después se convirtió en "espasmos en la espalda", parecía que apartaba de nuevo a Anthony del tablero, aún sin el rey a la vista. Al final, quedó en susto, pero de los grandes. Sobre todo, por lo vivido con el propio LeBron días atrás, que, 20 partidos después de que Solomon Hill cayera sobre su tobillo de forma trágica, volvía a desaparecer de las alineaciones. Hasta hoy, claro. O mañana. Según Vogel en declaraciones anteriores, en una ausencia premeditada, más motivada por la precaución que por el dolor real en ese tobillo derecho, pero que, en todo caso, los Lakers sufrían noche tras noche.
De confirmarse el regreso, después de cuatro partidos, LeBron vovería a parar el contador de bajas en el curso en que ha acumulado más. En total, 25 asusencias que sólo le han permitido disputar 43 encuentros. De jugar todo lo que queda, James terminaría el año regular con 47 duelos, a 8 de su mínimo de carrera: 55 en su primera temporada en los Los Ángeles, la 2018-19. Ahora, a diferencia de entonces, llega a tiempo. Según el periodista Adrian Wojnarowski (ESPN), no en el mejor estado, "tendrá que jugar con incomodidad en la postemporada, no se recuperará hasta verano", pero llega. Sin Dennis Schröder, baja por contacto estrecho con el coronavirus, pero con Davis al lado, luchará por escapar del pozo del play-in, una victoria por detrás de Portland. Un torneo de entrada en el que, seguramente, se pueden ver superiores. En el que, de sobrevivir, incluso, podrían salir beneficiados (evitarían cruzarse en primera ronda con Clippers o Nuggets), pero del que no quieren oír hablar. "Estará preparado para los playoffs", declaraba Kentavious Caldwell-Pope anoche. Los playoffs. Sólo piensan en eso, sin intermediarios.