Golpe en la mesa del Chelsea… y tres titulares lesionados
El Chelsea se tomó su venganza después de perder la final de la FA Cup el pasado sábado contra el propio Leicester City. Una victoria que deja a los londinenses prácticamente en Champions.
Lo que tiene que haya público en las gradas es que, cuando Werner protagoniza alguno de sus ya tristemente habituales fallos, las gradas le devuelven algo más que un triste silencio. Y, aunque parezca increíble, lo que le dedicaban sus aficionados eran aplausos, aplausos de apoyo para un jugador al que no le salen las cosas pero que lo cierto es que nunca deja de intentarlo. Aun así, en su triste haber de la noche se llevó dos goles anulados, uno por fuera de juego y otro por mano previa.
La muralla del Leicester, que era quien tenía más ventaja para defender un puesto Champions antes de la jornada, parecía que no iba a caer, pero finalmente en un córner fue Rüdiger quien empujó a gol el primero. Poco después, un penalti cometido sobre Werner lo transformaría Jorginho en el segundo, y, si parecía que un partido de Premier podía quedarse ahí, los foxes se tiraron a por todas.
Iheanacho, haciendo historia al convertirse en el primer jugador en marcar todos los días de la semana en un curso de Premier, recortó distancias, y, con las pulsaciones tan a flor de piel que hubo una tangana al final, los últimos minutos fueron dignos de lo que era: una final por asegurar un puesto en la Champions del año que viene.