Elecciones en Chile: la participación en la primera jornada fue del 19% de los habilitados para votar
Las autoridades electorales anunciaron que votaron unas 2,8 millones de personas, pero que podría llegar a los 3 millones con los últimos recuentos. Los comicios, que continuarán mañana, elegirán además de los constituyentes, a alcaldes, concejales y, por primera vez, gobernadores regionales
Tagle informó que votó el 19,1% del universo total en primera jornada de megaelecciones, y se proyecta que el total final de la jornada alcanzará los 3 millones, después de que los centros de votación abrieran a las 08:00 y permanecieran abiertos hasta las 18:00 (12H00 y 22H00 GMT). Poco más de 14 millones de chilenos están habilitados para votar hasta el domingo.
“Sobre la participación en el día de hoy, de un total de 43.305 mesas que se nos ha sido informado y que representan el 94,22% del total, han sufragado a nivel nacional, 2.833.704 que equivalen al 19,1% del total de los habilitados para sufragar, añadió.
Más de 23.000 militares custodiarán las urnas donde millones de chilenos depositaron este sábado su voto, cajas que fueron selladas y trasladadas a salas bajo llave donde pasarán la noche.
“La sala tendrá el resguardo de personal del Ejército y también, previa acreditación, hay apoderados de los distintos partidos y las candidaturas independientes que van a poder estar durante la noche observado que el proceso sea transparente y que nadie tenga contacto con las urnas”, explicó esta semana el ministro de Interior, Roberto Delgado.
También quedarán en el local de votación un asistente del delegado de la junta electoral y un funcionario del Servicio Electoral, quienes registrarán quienes son las personas que pernoctarán al resguardo de las urnas y darán cuenta de cualquier incidente.
“Espero que tengamos una Constitución que recoja el alma de nuestro país”, dijo el presidente conservador, Sebastián Piñera, tras votar en Santiago.
Además de los constituyentes, los chilenos deben votar alcaldes, concejales y, por primera vez, gobernadores regionales, en otro paso hacia una sociedad más participativa.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, hizo un llamamiento a participar en las elecciones y pidió “que hoy se escuche fuerte la voz de la gente”. “Votar es honrar la democracia y cumplir con nuestra sociedad (...). Juntos elegiremos convencionales, gobernadores, alcaldes y concejales. De todos depende que las elecciones sean participativas y seguras”, publicó Piñera en su cuenta en Twitter.
Más tarde, y ya en el centro de votación que le correspondía en Santiago de Chile, Piñera destacó que es “una de las elecciones más importantes de nuestra historia” y ha pedido participación. “Es voluntario según la ley, pero siento que es una obligación como un imperativo moral”, ha señalado.
“Tengo mucha confianza en que la gente va a tomar buenas decisiones. Esperamos un buen resultado para el país y también para Chile Vamos”, ha añadido. Piñera ha votado en el Colegio San Francisco del Alba de la comuna de Las Condes de Santiago.
Las autoridades decidieron una elección de 48 horas por la pandemia, que obligó aplazar la cita prevista inicialmente para el 11 de abril. Durante la noche, las urnas serán resguardadas en los locales electorales y custodiadas por la Policía y las Fuerzas Armadas.
Temor y esperanza
Con esta elección Chile comienza un inédito proceso constituyente que durará hasta el próximo año y que abre esperanza pero también temor entre la población.
“Va a permitir a Chile de alguna manera reconciliarnos y dejar el pasado atrás. Ha costado tanto hacerlo y hay muchas heridas todavía no cerradas”, dice Lilian Lavanchez, de 65 años, una asistente social que tenía 17 años cuando ocurrió el golpe militar de Augusto Pinochet.
Pero a Valentina González, de 45 años, le “da mucho miedo que se cambie por una Constitución izquierdista y tirada para el marxismo”.
“Es algo muy serio de lo que va a depender el país. Me tiene bastante preocupada y ojalá que lo que se redacte cambie lo menos posible la Constitución actual, que creo que nos ha llevado a ser el país con mejor economía de Latinoamérica y bastante desarrollo en los últimos 30 años”, afirma.
La nueva Constitución debe estar terminada en un plazo de nueve meses, prorrogable una sola vez por otros tres meses, y en 2022 deberá ser aprobada o rechazada en un referéndum con voto obligatorio.
“Segunda transición”
Este comicio es el resultado del plebiscito del 25 de octubre de 2020, cuando casi el 80% de los electores aprobó cambiar la Constitución heredada de la dictadura a través de una Convención Constitucional integrada sólo por miembros elegidos por voto popular.
La votación busca canalizar la rabia y frustración de una sociedad fracturada y que ve en la antigua Carta Magna la base que beneficia a una élite económica y política con un Estado débil en educación, salud y vivienda.
“Chile se juega la posibilidad de hacer la segunda transición (política), que ha demorado tres décadas, por una tendencia muy fuerte al statu quo del sistema de partidos”, dice a la AFP Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago.
Este proceso con 1.373 candidatos marcará, además, la primera vez en el mundo en que una Constitución se escriba por constituyentes elegidos de forma paritaria y también hará historia al reservar 17 escaños para los 10 pueblos originarios.
Pese a los estragos causados por la pandemia, que deja más de 1,2 millones de casos y casi 30.000 muertos en el país, que de todos modos atraviesa una baja progresiva de contagios y ya vacunó a más del 48,5% de la población objetivo, Chile llega a esta elección en un contexto de optimismo por el auge en el precio del cobre, su principal producto de exportación.
El país, que cuenta con la mayor renta per cápita de América Latina y es el tercero con más multimillonarios en esa región, “se juega una oportunidad para institucionalizar las demandas que surgen del estallido (social) como las que aparecen con fuerza a propósito de los costos de la crisis sanitaria”, agrega Mella.