El PSG, con suspense a la final de Copa
El conjunto parisino derrotó al Montpellier en la tanda de penaltis en un partido trepidante que terminó con empate a dos entre ambos equipos.
El PSG se jugaba más que el pase a la final de la Copa de Francia hoy. El conjunto parisino podía acabar por primera vez en toda la era Al-Khelaïfi sin un título y la victoria era obligadA contra un Montpellier que quería volver a ganar una Copa 31 años después. Pochettino dejó a Neymar y Di María en el banquillo, pero la gran novedad, sin duda, fue el retorno de Kylian Mbappé, que había sido baja en los tres últimos partidos.
Si alguno tenía dudas con Mbappé tras salir de una lesión, el internacional francés se encargó de disiparlas con una primera parte espectacular. En apenas 10 minutos, el de Bondy ya había generado tres ocasiones claras, incluido un gol. Poco importó que el Montpellier colocara a Souquet a perseguirle por todo el campo para frenar sus acometidas, ya que con una ruptura en apenas una baldosa, Mbappé hizo el 0-1 en una gran transición del PSG.
Minutos después, el exjugador del Mónaco volvió a generar una oportunidad flagrante asistiendo a Icardi, que falló incomprensiblemente un mano a mano ante Bertaud. El Montpellier fue un juguete roto a merced del PSG durante toda la primera mitad. No incomodó a Keylor, sufrió continuamente con Mbappé y apenas llegó a la portería rival.
A pesar de la superioridad del PSG, el Montpellier empató en una jugada aislada justo antes del descanso. Fue gracias a Laborde, un delantero muy infravalorado que, sin ser un virtuoso, genera siempre peligro. El extremo sorprendió a Keylor Navas con un remate de bella factura con la pierna izquierda que acabó en la escuadra. Un gol anímico, ya que el PSG estaba siendo superior y fue una puñalada justo cuando ya estaba cumplido el tiempo reglamentario.
La segunda arrancó de la misma forma que la primera, es decir, con una acción brillante de Kylian Mbappé. Poco importó que el Montpellier adelantara líneas para que el francés volviera a aparecer en un gol marca de la casa, arrancando en el centro del campo, dejando por el camino a los centrales del Montpellier y definiendo con mucha facilidad ante Bertaud. Lo que queda claro tras este partido es que Neymar necesita mucho más a Mbappé que Mbappé a Neymar.
Con el 1-2, el PSG volvió a perdonar varias ocasiones que podrían haber aumentado bastante la renta para los de Pochettino. Sarabia erró una oportunidad clarísima tras una gran dejada de Icardi sin tocar la pelota y, a la jugada siguiente, Bertaud le sacó a Mbappé el que habría sido su tercer gol de la noche. Los parisinos, como en la primera mitad, volvieron a pecar de inocencia y revivieron a un Montpellier que parecía muerto con el 1-2 y que a falta de diez minutos para el final empató a través de Delort, que aprovechó una genialidad de Laborde en forma de asistencia para poner las tablas en el marcador y forzar la tanda de penaltis que decantaría el primer finalista de la Copa de Francia. En la muerte súbita, el PSG se impuso 5-6 al Montpellier. Junior Sambia falló el penalti decisivo y Moise Kean no perdonó para darle a los parisinos su séptima final de Copa seguida.