El Inter celebra el scudetto con una manita
Los nerazzurri batieron 5-1 al Udinese y cierran una temporada inolvidable, superando los 90 puntos por segunda vez en su historia.
En San Siro era el día de la fiesta: casi 5.000 hinchas se reunieron en los alrededores del campo y 1000 tuvieron permiso para asistir al partido, que fue un monólogo nerazzurro. Las emociones de la primera parte fueron el tempranero gol de Young, una pelea entre Lautaro y Becao y la enésima lesión de Sensi, que abandonó el campo en el 37', sustituido por Eriksen. El danés cerró su periplo in crescendo con un lanzamiento de falta que se coló en la portería con la ayuda de la barrera.
En la segunda parte se estrenó el portero Padelli en lugar de Handanovic, y el ritmo de juego siguió bajando. El Inter empezó a divertirse en el verde y con la calidad de los suyos se desató. Achraf forzó un penalti materializado por Lautaro, Perisic marcó el cuarto con una bonita rosca y Lukaku, casi sin quererlo, realizó el 5-0 desviando entre palos un remate de Alexis al poste. La única señal de vida de los friulani fue un penalti de Pereyra. Un gol que no valía nada, pero que fue capaz de enfadar a Conte. Por detalles como este ha dominado la Serie A.