El inolvidable Ayrton Senna cumple 27 años en la eternida
AL Día
Hoy se cumplen 27 años de la muerte del brasileño Ayrton Senna, considerado uno de los mejores pilotos en la historia del automovilismo, quien falleció el 1 de mayo de 1994 luego de chocar durante el Gran Premio de San Marino, en Imola, Italia.
La notoria falla en la dirección de su Williams-Renault habría hecho abandonar la competencia a cualquiera, pero el piloto amazónico prefirió luchar contra un volante que subía y bajaba por la fatiga de los metales, antes que dejar pasar la oportunidad de ganar.
Los aficionados ya tenían claro que esta vez ‘Magic’, pese a que tenía hilo directo con Dios –el piloto era profundamente religioso, evangelista, y había declarado más de una vez que hablaba con Dios desde el cockpit–, no iba a salir con vida del accidente.
La forma en la que el brasileño había quedado inmóvil entre los restos de su Williams tras un impacto frontal a 320 km/hora contra el muro de Tamburelllo, en Imola –el Williams simplemente no giró–, su cabeza ladeada, ya hizo temer lo peor.
El ahínco con el que Sid Watkins, el médico de la F1, y sus ayudantes trabajaron para sacarlo del coche –minutos eternos– y le atendieron tumbado en el arcén presagiaban la tragedía.
Ayrton fue llevado en helicóptero al hospital con muerte cerebral y horas después se confirmó lo inevitable. La investigación determinó que las modificaciones a su asiento habían propiciado en parte la falla de su auto. Además, en la clasificación de San Marino, 24 horas antes de la tragedia del brasileño, había fallecido el conductor austríaco Roland Ratzenberger.
“La S de Senna”
Brasil tuvo tres días de luto, un millón de personas participaron en sus exequias. La primera curva del Autódromo José Carlos Pace de Sao Paulo fue bautizada como “La S de Senna”, él propuso el diseño de dicha sección del trazado.
Aún se vende el ‘merchandising’ de Ayrton Senna y son muchos los que le consideran como el más grande. La sencilla tumba del cementerio de Morumbi, a tiro de piedra de autódromo de Interlagos, es la más visitada de Brasil.
Senna, a quien llamaban ‘Magic’, era especial, tenía carisma. Parecía tímido, retraído, pero en la pista y todo lo que rodeaba a la competición era tremendamente profesional y tenía un carácter indomable. Amable y exquisito, su vida privada era un misterio, aunque se conocía su relación con la presentadora y cantante Xuxa y la que entonces tenía con Adriana Galisteu.
Un mostruo en la pista
Senna se dio a conocer diez años antes, a finales de mayo de 1984, en el Gran Premio de Mónaco, el quinto de su carrera en F1. Bajo la lluvia, el Toleman-Hart que pilotaba parecía navegar sobre la pista y Ayrton acabó segundo a espaldas de Alain Prost.
Aquel mismo día nació una estrella y la F1 supo que un nuevo campeón estaba surgiendo; nadie recordaba que apenas dos carreras antes, precisamente en Imola, no había conseguido calificarse.
Un año después, con Lotus, ganó su primer GP (Portugal) de la mejor forma: pole, victoria y vuelta rápida. Primera de sus 41 victorias, 19 vuetas rápidas y 65 poles de su palmarés, en el que figuran asimismo 81 podios y por supuesto tres títulos de campeón mundial (1988, 1990, 1991).
Homenaje
La hermana del tricampeón de Fórmula Uno inauguró en 2017 un parque público bautizado con su nombre en Brasil. A 26 años de su partida, al gran Ayton Senna hoy se le recuerda con nostalgia.