El infortunio de Reguilón condena a un Tottenham al que se le escapa Europa

El jugador español marcó en propia meta cuando su equipo ganaba 1-0 al Aston Villa con tanto de Bergwijn. Watkins hizo el gol de la victoria visitante.

Alberto Muñoz

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Hay días en que parece que Reguilón puede ser uno de los mejores laterales del mundo. Otros, su cabeza desconecta y no hay manera de que vuelva a enchufarse al partido. Su tarde, la más negra sin duda desde que llegó a Londres, coincidió con un partido gris, triste, pobre y todos los adjetivos que puedan explicar la falta de magia, chispa y alegría de la que adolece este Tottenham. Si finalmente no se clasifica ni siquiera para la Europa League, como puede suceder si el West Ham, el Everton o incluso el Arsenal le ponen más ganas, que no es difícil, los spurs confirmarán el final del periodo más glorioso de su historia.

Porque, por mucho que Bergwijn adelantó pronto a los spurs, estaba claro que a los londinenses no les enchufaba ni la vuelta del público a sus gradas. Al malestar general se sumó el derrumbe de Reguilón, que, intentando despejar un disparo con un pelotazo de lo más extraño, terminó mandando el gol contra su propia portería. Enterró la cabeza en el césped el canterano del Real Madrid, pero Dier, que no está para mucha fiesta, se encargó de levantarle por la camiseta cuando estaba en el suelo. Palmadita y para adelante.

El problema es que el español parecía empeñado en seguir enterrando la cabeza, y, entre los errores continuos que cometió durante todo el partido, se coló uno que fue fatal para los suyos. Tras intentar despejar indolentemente dos balones contra el cuerpo de Bertrand Traoré, el de Burkina Faso, que hizo un buen partido, aunque le faltase el gol, dio el pase a Watkins para que remontase definitivamente el partido. Los spurs se jugarán, por tanto, la posibilidad de clasificarse para la Europa League contra el Leicester, que saldrá con el cuchillo entre los dientes para defender su puesto en la próxima Champions League.