El Dortmund barre al Kiel y pierde a Morey

Sin Haaland, un doblete del Reyna y el tercero de Reus sentenciaron el choque antes de la media hora. Hazard y Bellingham cerraron la manita. La final, ante el Leipzig.

José Carlos Menzel

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El sueño del Kiel se convirtió en una pesadilla. Le endosó una dura manita el Borussia Dortmund al conjunto dirigido por Ole Werner, culpable de la sorprendente eliminación del Bayern de Múnich en los dieciseisavos de la Pokal, y selló su billete a la finalísima de Berlín. En el Olímpico de la capital alemana se verá las caras con el Leipzig de un Julian Nagelsmann que pretende despedirse alzando la copa antes de poner rumbo al Allianz Arena. Ocurre lo mismo con Edin Terzic, que volverá a ser segundo, esta vez de Marco Rose, a partir de la próxima temporada.

Sin Haaland, que vio el partido desde la grada tras sufrir un golpe el pasado fin de semana frente al Wolfsburgo, el BVB fue haciéndose con el control poco a poco y liquidó al Kiel en diez minutos de puro fútbol. Un doblete del imperial Reyna y el tercero de Reus sentenciaron el choque antes de la media hora de un partido en el que el conjunto de la segunda división de la Bundesliga no existió: le pasaron factura las prácticamente dos cuarentenas consecutivas a las que tuvo que someterse tras detectarse numerosos casos de coronavirus en el equipo.

El Dortmud supo aprovecharlo. Le salió todo a los de Terzic, que castigaron al Kiel de la manera más cruel en el primer período. Hazard y Bellingham cerraron la manita antes del pase por vestuarios e, incluso, comenzaron a consolar a sus rivales con el partido todavía en marcha. Haaland se deleitaba en la grada, consciente de que iba a disputar su primera final con el Borussia. Sus compañeros sobre el terreno de juego bajaron dos marchas en la segunda mitad y, cómodamente, terminaron certificando un brillante pase a la final de la Pokal que solo quedó empañado por la durísima lesión que sufrió Morey. Dolió hasta ver cómo se torció la rodilla el mallorquín.