Cvitanich mencionó la clave de la levantada de Racing
En el día de su cumpleaños 37, el capitán destacó el aspecto mental del equipo tras el paso a la semi.
Olé"¿Cumplís 40? Me faltan 13 a mí...", lo chicaneó Lautaro Giannetti. "27...", respondió, por lo bajo, Darío Cvitanich. En el juego de las mentiras, en esos segundos previos al sorteo entre capitanes, el delantero de la Academia arrancó su tarde especial con muy buen humor. Y lo más importante, el hombre del natalicio número 37 se fue con un lindo regalo del Amalfitani: la clasificación de Racing a la semifinal de la Copa de la Liga Profesional.
"Estoy feliz por todo, se hizo un gran esfuerzo. En cada partido, al que le toca jugar o quedar afuera, siempre apoya. Es el camino para Racing, el que nos enseñaron y tratamos de pasarlo como legado. El que más nos gusta para el futuro de Racing. Me parece que hicimos un buen laburo. Hubo trabajo de hormiga en la confianza de cada uno de nosotros", comenzó Cvita, de buen partido en la gestación de fútbol y manejo de tiempos más allá de no haber tenido chances claras de gol.
Para el jugador más veterano de la Academia, muy querido por los hinchas, la clave de la levantada del equipo radica en lo mental. En ese proceso de creérselas más en el buen sentido de la frase. De aquellos partidos sin identidad definida, a estos que muestran un Racing decidido a asumir el protagonismo en los encuentros. "No sé si en lo futbolístico, pero mejoramos en el convencimiento. Por algo habrán elegido a los chicos que se incorporaron. Y los grandes, cuando nos toca, empujamos. La obligación de un equipo grande es pelear todo".
Darío salió de la cancha a los 17 minutos del segundo tiempo, reemplazado por Fabricio Domínguez y vivió la definición por penales con mucha adrenalina. "Parece que no se termina nunca esto de ponerse nervioso antes o durante los partidos. Pero a esta altura disfruto muchísimo de esto. Es algo muy lindo, disfrutamos los más grandes y los más chicos empujan", aseveró el atacante.
Cvita aprovechó para negar rotundamente que en algún tramo del campeonato, en tiempos de juego opaco del equipo, hayan existido cortocircuitos entre el plantel y Juan Antonio Pizzi: "Las turbulencias fueron de afuera. Nosotros nunca sentimos nada. Al contrario, siempre tuvimos el apoyo del cuerpo técnico y nosotros se lo dimos a ellos. Lamentablemente, por momentos no se lo pudimos demostrar en la cancha, pero era una cuestión de tiempo, de tener que trabajar". Y mandó otro mensaje: "Hay que bajar las revoluciones. Los que instigan y hostigan... Hay que dejar trabajar y no sacar conjeturas apresuradas".