Central supo cómo jugarlo y ganarle el clásico a Newell's
Con goles de Marco Rúben, Nicolás Ferreyra y Luca Martínez, Rosario Central se quedó con el Clásico Rosarino con goleada ante Newell's Old Boys.
Un clásico que no estuvo exento de situaciones insólitas. En los primeros minutos, un dron se metió en la cancha con un mensaje por parte de los hinchas de Central a Newell's, que finalmente fue bajado por Lucas Gamba y destruido por Pablo Pérez, en una situación bizarra. Típico de los clásicos de la Ciudad de Rosario.
Central justificó la ventaja, con Marco Rúben jugando un partidazo, recuperando pelotas, asistiendo a sus compañeros. El Canalla entendió cómo jugar el partido, mientras que Newell's, nervioso, solo apelaba al juego brusco y a la protesta al árbitro Echenique.
Y para colmo, a una hora del gol de Rúben, llegó el segundo del Canalla: Centro de Vecchio, que encontró en la medialuna a Ojeda, y tras su remate, encontró en el camino a Nicolás Ferreyra, que de taco -recuerdos de la Copa Argentina entre ambos- metió el segundo ante la mirada atónita del arquero Aguerre y los defensores de la Lepra.
Y si Central no goleaba en el clásico, era por las múltiples intervenciones de Aguerre, donde mantenía las escasas chances de un Newell's que mientras pasaban los minutos y su nerviosismo y frustración crecía aún más.
Y para peor para el equipo de Burgos, el clásico terminó en goleada: otro error en el medio de Newell's por parte de Nacho Scocco, le entregó la pelota a Central, y Luciano Ferreyra asistió a Luca Martínez, que definió ante Aguerre y sentenció el 3-0 final. Un resultado que plasmó la diferencia entre ambos en el juego. Central se llevó el clásico rosarino con justicia, y al menos hasta el próximo choque, el Canalla es dueño futbolístico de Rosario.