Bélgica en alerta máxima y a la caza de un “Rambo” antivacunas que amenazó al gobierno y a los virólogos y se atrincheró con armas de guerra
Militares y policías llevan 4 días en la búsqueda de un soldado fugitivo y con ideas extremistas que se escapó equipado con lanzacohetes y otro armamento pesado
Este rambo belga, de nombre Jürgen Conings, tiene 46 años y anteriormente había estado en la lista del Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza en temas de terrorismo y extremismo. Este organismo determina el nivel de amenaza de una persona para la seguridad nacional, el nivel de Conings es de 4, el más alto, mientras que el nivel de amenaza general de Bélgica se mantiene en 2.
Para encontrarlo, el país ha lanzado una verdadera cacería digna de una película de acción, en la que participan militares y policías que hasta ahora no han dado con el paradero de Conings pese a que han revisado un perímetro de 20 kilómetros en el parque.
Lo máximo que han encontrado es una tienda de campaña que presumen habría usado y la cual está siendo examinada en busca de ADN y huellas dactilares.
“Teníamos indicios concretos de que estaba en el parque”, afirmó este jueves Eric Van Duyse, de la Fiscalía Federal a medios locales. “El hecho de que no se haya encontrado no significa necesariamente que no esté o haya estado en la zona. Ahora se están analizando todos los elementos de la investigación y estamos estudiando cuáles serán los siguientes pasos. Todas las vías están abiertas, no descartamos nada”, añadió.
De acuerdo con la Fiscalía de Bélgica, el soldado está fuertemente armado, pues tendría en su poder uno o más lanzacohetes, un subfusil una pistola y está protegido con un chaleco antibalas.
Presumen que todas estas armas las sacó del cuartel al que pertenecía con la excusa de que iba a realizar un ejercicio de tiro. De acuerdo con las autoridades, habría sacado gran cantidad de armamento pesado, pero parte de este, como cuatro lanzacohetes antitanque y munición, fueron encontrados en el automóvil con el que llegó al parque nacional y que abandonó para huir.
Las amenazas de Conings contra el Gobierno, el Ejército y los virólogos del país con acciones violentas quedaron consignadas en tres cartas de despedida dejadas por el soldado. En una de ellas afirmó que no podía soportar más que los políticos y autoridades médicas determinaran más su vida.
En la nota dirigida a los militares escribió: “Me han entrenado para convertirme en quien soy, ahora voy a usar eso contra ustedes”.
Las amenazas han tenido su efecto. Marc Van Ranst, el principal asesor de las autoridades de Bélgica para enfrentar la pandemia del COVID-19 ha tenido que ser trasladado por precaución junto con su familia. La ministra de Defensa, Ludivine Dedonder, por su parte, también recibió protección extra.
El tema se ha vuelto un problema internacional, pues se presume que el fugitivo podría intentar cruzar la frontera con Holanda, por lo que las autoridades de este país desplegaron sus unidades especiales a los pasos fronterizos que están en estado de alerta.
Lo mismo hicieron tropas alemanas que están al tanto de la situación.