Piqué sigue con dolor: se infiltrará para jugar la final
Evidentemente, no son buenas noticias, porque la infiltración deja bien patente que el dolor en la rodilla derecha permanece y que el jugador se está ejercitando con molestias. Un inconveniente evidente de cara a su titularidad para la final de Copa: jugar infiltrado presupone que no estará al cien por cien de sus posibilidades.
En todo caso, la última palabra sobre si estará o no en el once titular ante el Athletic la tendrá Ronald Koeman. El técnico tendrá que valorar si vale la pena o no forzar a Piqué, y el grado de riesgo que está dispuesto a asumir, teniendo en cuenta que una infiltración sólo mitiga el dolor, pero en ningún caso mejora la lesión.
Piqué, con esta nueva infiltración, demuestra su compromiso absoluto con el equipo, pero en el Clásico también se pinchó en la rodilla y finalmente no jugó ni un minuto. Habrá que ver cuál es la decisión final de Koeman, que, según aseguran desde su entorno, aprendió la lección de lo que pasó en la ida contra el PSG en la Champions, en la que el central reapareció en un tiempo récord para ayudar al equipo, pero evidenciando una falta de ritmo que acabó afectando al equipo y repercutiendo negativamente.
Y es que Piqué no juega un partido desde el pasado 3 de marzo, precisamente la vuelta de las semifinales de Copa ante el Sevilla (3-0), donde un gol suyo de cabeza en el último suspiro, empató la eliminatoria y llevó al equipo a la prórroga. Es decir, ahora mismo, suma casi un mes y medio fuera de los terrenos de juego. Y si sumamos desde la primera lesión, a finales de noviembre, Piqué sólo ha jugado cinco partidos en los últimos cinco meses.
Además hay que tener en cuenta que la recuperación de Ronald Araújo, el buen momento de juego de Clément Lenglet y la regularidad de Óscar Mingueza están ofreciendo muchas garantías al equipo en las últimas semanas, si bien es cierto que en los últimos partidos han aparecido algunas lagunas respecto a la conveniencia de la apuesta por los tres centrales atrás. Y es que tanto ante el Valladolid como contra el Real Madrid, Koeman se vio obligado a cambiar los tres centrales por una habitual línea de cuatro al descanso.