Marsch quiere dar alas al Leipzig

El estadounidense, que se dio a conocer durante su tiempo en activo en la MLS por su fútbol físico y duro, es la mezcla perfecta entre el meticuloso Rangnick y Nagelsmann.

José Carlos Menzel
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El Leipzig ni siquiera tardó dos días en anunciar al sucesor de Julian Nagelsmann en el banquillo germanoriental. El elegido para cubrir el vacío que deja el futuro entrenador del Bayern es Jesse Marsch, un viejo conocido en el Red Bull Arena que, al igual que su antecesor, se distingue por ser un revolucionario en esto del fútbol. Fue segundo de Ralf Rangnick en el RB en la 18/19 y dejó el conjunto de la Bundesliga para convertirse en primero del Salzburgo. Dos temporadas después, acepta el reto que supone su vuelta a Leipzig, esta vez para situarse en el primer plano.

Marsch es la enésima prueba de que la Red Bull te da alas. Tanto Leipzig como Salzburgo están en propiedad de la multinacional de las bebidas energéticas, lo que ha provocado una simbiosis futbolística sin precedentes. Jugadores como Naby Keita, Amadou Haidara, Stefan Ilsanker o Dominik Szoboszlai se formaron en el conjunto austríaco para terminar recalando y, a la vez, dando el salto a la élite en el club hermanado de la Bundesliga. Marsch es el primer técnico que sigue este mismo camino.

Marsch va como anillo al dedo a la filosofía de los clubes de la Red Bull. El estadounidense, que se dio a conocer durante su tiempo en activo en la MLS por su fútbol físico y duro, es la mezcla perfecta entre el meticuloso Rangnick y el innovador Nagelsmann. Sus equipos siempre juegan al ataque y quieren ser protagonistas. A diferencia de Nagelsmann, Marsch no es conocido por variar sus dibujos o apuestas tácticas varias veces durante un partido, pero sí les exprime al máximo y exige a los suyos un despliegue descomunal a la hora de asfixiar al rival en todas las parcelas del campo en cada partido.

Se hizo viral un vídeo de la charla que dio a su equipo en el descanso de un partido de la fase de grupos de la pasada edición de la Champions ante el Liverpool. El Salzburgo se marchó a vestuarios con un 3-1 en contra, provocando que Marsch motivara a los suyos de tal manera que casi terminan derrotando al vigente campeón en Anfield. "Esto no es un fucking amistoso, es Champions", decía a los suyos. Empataron el partido y tuvieron al Liverpool al borde del abismo hasta que un tanto de Salah dio el triunfo a los de Klopp.

"Siempre supone un gran reto para mí trabajar con nuevos jugadores jóvenes", dijo recientemente en una entrevista. "A veces se forma un nuevo equipo tras un periodo de fichajes. Pero me gusta hacerlo, me gusta desarrollar jugadores jóvenes. Hice lo mismo en Nueva York. En Leipzig, los jugadores estaban un poco más avanzados en general, pero allí también eran jóvenes. Para mí es muy divertido desarrollar talentos y tener éxito con ellos", concluyó. Frases que definen por qué es el entrenador idóneo para un Leipzig que necesita reinventarse tras el adiós de Nagelsmann.

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