La comida de Tebas y Laporta que fue el principio de la caída de la Superliga

Según el New York Times, el presidente del Barcelona le contó al de LaLiga el movimiento. Éste avisó a Ceferin, que se puso en marcha para frenarlo.

As.com
La Superliga europea fue tumbada, al menos de forma provisional, en cuestión de dos días. El asunto llegó a la política y los altos cargos de UEFA y FIFA se lanzaron en defensa de las competiciones domésticas y los torneos actuales. Todo se precipitó en cuestión de 48 horas. Un movimiento aparentemente pensado y meditado con meses de trabajo fue aniquilado rápidamente por la acción de afición e instituciones. En la reyerta vivida, fue Ceferin la voz que más condenó al nuevo formato. Y lo hizo, gracias a ¡Joan Laporta! El aviso, tal y como informa el New York Times, le llegó al presidente de la UEFA de Javier Tebas y a este, del nuevo mandatario del Barcelona.

Todo comenzó el pasado jueves, tres días antes de la confirmación oficial de la Superliga. Tebas y Laporta tenían una comida de bienvenida por el triunfo en las elecciones del presidente blaugrana. Sin embargo, no fue lo que el dirigente de LaLiga esperaba. Laporta le reveló que el Barcelona estaba muy cerca de firmar un acuerdo con otros doce clubes para unirse a la Superliga. Pese a que la rumurología en torno a esta competición ya había existido con anterioridad, en esta ocasión el tema era diferente.

Laporta advirtió que seis clubes ya se habían comprometido oficialmente y que otros tantos habían recibido un ultimátum hasta el final de la semana para confirmar su entrada a la nueva competición. Tebas, ante esta información, encendió las alarmas y se puso en contacto con dirigentes de otras ligas y con Aleksander Ceferin. Posteriormente, el dirigente de UEFA impulsó la muerte de la Superliga tal y como estaba planteada. Y todo llegó por un aviso de Laporta a Tebas. A día de hoy, el Barcelona es junto al Real Madrid el único que no ha anunciado su marcha del proyecto.

La respuesta de Ceferin

Ceferin reaccionó desconcertado a la llamada de Tebas. Natural, ya que semanas atrás Andrea Agnelli le había asegurado que dicho pacto no existía. Pero el aviso del presidente de LaLiga, con los detalles que Laporta le había contado, hizo mover engranajes. El New York Times desvela que Ceferin, consciente de que esta vez era más que un rumor, cogió el coche desde su casa en Eslovenia a Suiza, sede de la UEFA, para preparar lo que estaba por venir. Llamó a Agnelli, pero este no le contestó.

Tuvo que ponerse en contacto con la esposa del presidente de la Juventus para obtener respuestas. Ceferin es padrino del hijo de Agnelli y mantenía una fuerte relación de amistad con él. Le dijo a su pareja que necesitaba hablar urgentemente con él y finalmente lograron contactar. Agnelli, tal y como ha desvelado a lo largo de estos días Ceferin, le comunicó que todo era mentira. Entonces, ante la amenaza que sentía el mandatario de UEFA, le pidió a su amigo que redactaran un comunicado de forma conjunta negándolo todo.

Agnelli le pidió tiempo para revisar ese comunicado. Ante las insistencias, le solicitó más y más espacio para llegar a publicarlo. Después, apagó el teléfono. Ceferin captó el mensaje: algo pasaba. Levantó el teléfono y confirmó que la revolución estaba a punto de estallar. Se puso manos a la obra, preparó discursos y estaba listo para el momento de un anuncio que por 48 horas cambió el fútbol para siempre. ¿Qué hubiera sucedido si Laporta no llega a comentar a Tebas lo que estaba por venir? Nunca se sabrá, pero lo cierto es que UEFA, desde el minuto 1, remó unida en la misma dirección.


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