Joe Biden estimó que Estados Unidos podría comenzar a compartir vacunas contra el COVID-19 con otros países antes de que termine septiembre
“Mi esperanza es que, antes de que acabe el verano, estaré hablando de que ya tenemos acceso a más vacunas de las que necesitamos para cuidar a cada estadounidense, y estamos ayudando a otros países, países pobres”, declaró el mandatario desde la Casa Blanca
“Mi esperanza es que, antes de que acabe el verano, estaré hablando con ustedes de que ya tenemos acceso a más vacunas de las que necesitamos para cuidar a cada estadounidense y estamos ayudando a otros países, países pobres”, afirmó el mandatario durante un acto en la Casa Blanca.
Biden indicó que su intención es compartir con otros países los excedentes que tendrá el país norteamericano porque “hasta que esta vacuna esté disponible en todo el mundo y estemos ganando al virus en otras naciones, no estaremos completamente seguros”.
La Casa Blanca ya ha llegado a pactos con México y Canadá para enviarles un total de 4 millones de dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, cuyo uso de emergencia todavía no se ha aprobado en Estados Unidos.
Sin embargo, todavía no ha respondido de forma pública a las solicitudes de muchos otros países, más o menos desarrollados, que le han pedido tener acceso a sus excedentes, dado que Estados Unidos ya ha anunciado acuerdos por muchas más dosis de las que necesita para inmunizar a toda su población adulta.
La acumulación de dosis por parte de Estados Unidos y otros países ricos ha generado preocupación entre algunos expertos, que advierten de que eso puede estar repercutiendo en la incapacidad de otros países con menos recursos de conseguir las vacunas suficientes a corto plazo, lo que puede aumentar el riesgo de mutaciones del virus. Entre ellos se cuenta el director general de la OMS, quien calificó a la desigualdad en el acceso como “grotesca”.
La Casa Blanca cree que a finales de mayo ya tendrá todas las dosis suficientes para vacunar a todos los estadounidenses adultos -aproximadamente 300 millones de personas- pero ha insistido en que debe prepararse para posibles imprevistos, como problemas de manufactura.
Además, el Gobierno de Biden quiere reservarse dosis por si fueran necesarias para reforzar la inmunidad de quienes ya han sido vacunados, o para suministrarlas a los niños si se comprueba que las inyectables son eficaces y seguras para su uso en menores. En total, el país norteamericano ha comprado suficientes dosis para inocular a 500 millones de personas.
El Ejecutivo de Biden también ha donado 2.000 millones de dólares a la plataforma COVAX para el desarrollo y la distribución equitativa de las vacunas, y planea donar otros 2.000 millones hasta 2022.
Durante su acto en la Casa Blanca, Biden también aseguró que no ha hablado con su homólogo chino, Xi Jinping, sobre una posible responsabilidad de China en la expansión de la pandemia al haber ocultado parte de la información sobre la gravedad de la situación en su país. “No, no he tenido esa conversación con el presidente Xi”, se limitó a indicar Biden al ser preguntado por un periodista.