Griezmann lanza al Barça bipolar
Excelente primera parte de los blaugrana que, a pesar de jugar en superioridad (fue expulsado Manu Trigueros), acabaron pidiendo la hora ante un gran Villarreal.
Ni Emery ni Koeman se guardaron nada en sus respectivas alineaciones y Villarreal y Barcelona salieron a jugar un partido memorable por la intensidad, el ritmo y la presión a la que sometieron ambos conjuntos a sus rivales.
En ambas acciones, la de sacar el balón y la de presionar al rival el Barça tuvo en De Jong un titán. El holandés completó un partidazo descomunal en el despliegue físico, la lectura de juego y sólo le faltó embocar dos ocasiones clarísimas..
El tanto pudo suponer un golpe moral para un Barça que estaba jugando mejor, pero Griezmann solucionó el entuerto en un minuto tras recibir un pase magnífico de Mingueza que le dejó solo ante Asenjo al que batió con una vaselina de maestro. Un golazo.
Acelerado por el tanto del empate y comandado por un De Jong desencadenado, el Barça piso el acelerador y en un error de Foyth al tratar de retrasar un balón a su portero, Griezmann apareció de la nada para anotar el segundo. Los diez minutos que quedaron hasta la media parte fueron de un Barça lanzado y el Villarreal encomendándose a Asenjo, que le sacó otro balón de gol a Griezmann.
Para asentar más el juego de su equipo y evitar pérdidas, Koeman optó por dar entrada a Sergi Roberto en lugar de un Dest que estuvo explosivo.
El Villarreal salió mejor que el Barça en la reanudación y encerró al equipo blaugrana, que perdió el dominio que exhibió en la primera mitad. El Barça necesitaba amenazar a Asenjo para sacudirse el dominio de los de Emery y crear dudas a su rival, que renovó piernas con Coquelin y Estupiñán.
Viendo que el equipo se caía físicamente, Ilaix entró por un Pedri, que ya lleva algunas jornadas con la luz de la reserva encendida. El Barça se aferró a Ter Stegen, que evitó una clarísima ocasión de Capoue justo antes de que el partido cambiara de escenario con la expulsión de Trigueros, que realizó una entrada desproporcionada a Messi con los tacos por delante a la altura del tobillo al ir a buscar un balón que se le escapaba.
Se decretaba un nuevo partido de 25 minutos con los blaugrana en superioridad, pero con el Villarreal apretando de lo lindo a pesar de jugar con uno menos. El Barça, sufría y esperaba una ocasión para matar el balón a la contra. La tuvo a siete minutos del final con un mano a mano de De Jong ante Asenjo, que desesperó a Koeman en la banda, que sabía que ahí estaba gran parte de las opciones del campeonato y optaba por meter a Araújo para acabar defendiendo el resultado achicando agua parea acabar ganando tres puntos clave.