Griezmann está lanzado
Ha marcado dos goles y ha dado una asistencia en los tres partidos de Francia, que enganchan con los tantos que le hizo a Huesca y Real Sociedad.
Griezmann, pues, regresa lanzado al Barça, donde el nuevo sistema de Koeman le ha favorecido. Con el 3-4-2-1, tiene libertad de movimientos y ahora siempre tiene una referencia por delante en Dembélé. Eso le ayuda con Francia, sea quien sea el compañero. En los tres partidos, ha jugado con Giroud, Martial y Mbappé como parejas en la delantera. Es obvio que así se siente más cómodo y rinde más.
Griezmann tiene extraordinarios retos por delante de aquí a
final de temporada. Todavía no ha sido capaz de marcar en un Clásico
(tampoco le ha ganado al Madrid con la camiseta del Barça) y de fondo
tiene la final de Copa en La Cartuja en la que, tal vez, tenga
la oportunidad de desquitarse de lo que pasó en la Supercopa, donde
firmó un gran partido que sus compañeros no secundaron con la derrota en
la prórroga ante el Athletic. Luego le tocará pensar en la Eurocopa,
que le gustaría afrontar con el doblete en la mano y dándole razones al
Barça para que no se le pase por la cabeza traspasarlo este verano.