Gratis y por consejo de sus compañeros: Iker Casillas cuenta cómo adquirió su primer coche
Los dos excompañeros se vieron las caras en una amena charla en la que conversaron sobre la familia, el medio ambiente y los coches. Y ha sido precisamente este último tema el que ha dado paso a uno de los momentos más divertidos de la entrevista. Cañizares no se anduvo con chiquitas y fue directo al grano confesándole a su invitado, entre risas, la razón por la que había decidido entrevistarle: «Quería decirte que tú has tenido probablemente el coche más feo que puede tener un futbolista»..
El exvalencianista hacía alusión a un Chrysler PT Cruise ‘edición limitada’ con el que Iker se trasladaba de Móstoles a Madrid tras conseguir el carnet de conducir. «¿Qué fue lo que te conquistó de ese coche?», preguntaba con ironía. Casillas no tuvo reparo en responder, explicando con la naturalidad que le caracteriza cómo surgió todo, para lo que tuvo que remontarse a su llegada al primer equipo blanco en la temporada 99-00.
«Te voy a contar cómo fue la historia. Yo no tenía carnet de coche y estaba estudiando para sacarme el teórico y el práctico. En febrero o marzo tengo el examen en la DGT de Móstoles y me aprueban», comenzaba relatando el madrileño. «Yo sabía todas las calles de Móstoles, fue muy fácil».
«Me lo saco y le regalo un coche a mi padre y yo me quedo con el suyo para empezar, un Renault 19 Chamade gris y voy con ese coche todos los días a la Ciudad Deportiva», añadía. «Yo metía el coche al lado del Porsche de Morientes, al lado del BMW de Manolo Sanchís, del Ferrari de Roberto Carlos, del de Seedorf. Y yo aparcaba mi coche ahí», confesaba sin poder evitar reirse.
El ex de Sara Carbonero explicaba entonces que consiguió aquel coche gracias a sus compañeros: «Todos ellos, que son un poco mamones, me dijeron: ‘Entre todos vamos a hacer que tengas un coche’. Hablaron con un amigo que tenía un concesionario y me dijeron: ‘Van a traer un coche nuevo que viene de Estados Unidos que va a ser la leche, va a ser un concepto nuevo’».
Iker Casillas reconocía entonces que aceptó quedarse con ese vehículo porque le salía a coste cero: «Me dijeron que si quería llevarlo un año, y pregunté que si era gratis sí, que sino no lo quería, y me lo dejaron un año gratis. A partir de ahí empecé a cogerlo cuando iba a la Ciudad Deportiva y llamaba la atención porque como muy extraño. Al principio me daba vergüenza», afirmaba provocando la risa de Cañizares.