Exsenador revela que Copa asumió la Presidencia del Senado con la aprobación de Morales
Una seguidilla de renuncias se produjo tras la dimisión de Morales, las presidencias del Senado y Diputados quedaron descabezadas, Adriana Salvatierra renunció y antes lo hizo Víctor Borda presionado porque se informó que su hermano había sido secuestrado. Copa asumió la presidencia en ese contexto.
Comentó que, a partir de ese momento, Copa asume la conducción política con el objetivo de hacer frente al gobierno "de facto" de Jeanine Áñez, porque tras la renuncia de Morales el 10 de noviembre de 2019 el MAS había quedado sin conducción.
Alfonsín cuenta que en ese momento surgió y se profundizó las dos corrientes en el MAS, la dura y la conciliadora. La conciliadora con Copa, que "nunca ha sido parte de la rosca ni de los hijitos privilegiados que tenía el gobierno de Evo Morales, sino que surge desde abajo, sugerida por la bancada del MAS, es representante de El Alto que estaba movilizado", precisa.
El exsenador Alfonsín y su colega Omar Aguilar coinciden que el ala dura estaba expresada por la exsenadora Adriana Salvatierra y la exdiputada Susana Rivero que apostaban a seguir en la línea confrontacional, con instructivos de la embajada de México donde estaban asilados los exministros y desde México donde se encontraban Morales y Álvaro García Linera.
"Adriana Salvatierra estaba en la embajada (de México), entraba y salía de la embajada, estaba con los ministros, coordinaba con Evo Morales. Nosotros no teníamos ninguna información", comenta Aguilar.
Alfonsín acotó que Copa tuvo que enfrentar esa coyuntura con la presión de las movilizaciones, de los movimientos sociales y tomando decisiones las que "muchas veces contradecían las que marcaba la línea dura de Evo Morales, Álvaro García Linera y Gabriela Montaño desde el exilio dorado".
Dice que en ese momento las dos corrientes se separaron, es decir, los que decían tener la voz oficial de Morales y el resto de exautoridades, y la bancada del MAS que tenía un análisis diferente de lo que sucedía en el país, "porque nos quedamos en Bolivia para recuperar la democracia y rescatar lo que quedaba del MAS", afirmó.
Estos grupos discrepaban en el análisis, incluso las decisiones eran "opuestas" y "contradictorias". "Unos que querían mantener el conflicto, guerra civil, sangre, muertos y nosotros, que pensábamos que la recuperación pasaba por la pacificación y la convocatoria a las elecciones y que la batalla sea trasladada de las calles, las carreteras al parlamento", señaló Alfonsín.
Otras diferencias internas
Al interior de la bancada del Movimiento Al Socialismo se daban otras discrepancias durante la recomposición de las directivas en las negociaciones con los opositores Oscar Ortiz, Homer Menacho y Víctor Hugo Zamora.
El tema en cuestión era la presidencia del Senado, según Omar Aguilar, el Movimiento Demócrata Social (Demócratas) pretendía presidir el Senado, específicamente Ortiz.
"El que presionaba para ser presidente era Ortiz. Ahí quien quería entregar la presidencia del Senado era el senador jefe de bancada del MAS, Efraín Chambi", sostuvo el exsenador que renunció al MAS, Omar Aguilar.
Recordó que Chambi propuso negociar con los opositores y que en ese momento dijo: "El MAS ya no nos va a dar nada, no tenemos ya nada que hacer con el MAS, entreguemos la presidencia a Ortiz a cambio de un ministerio", a lo que Aguilar se había opuesto.
"Le dije que no íbamos a negociar, ya nos robaron el gobierno. No podíamos entregar la presidencia del Senado porque eso significaba entregar el control de la Asamblea", insistió.
Contó que Ortiz desistió de la idea, cuando advirtieron que Salvatierra podía a través de un memorial que no había realizado una renuncia formal y que el momento en el que se refirió al tema lo hizo presionada por las circunstancias; de esa manera los opositores dejan que el MAS se quede con el control del Senado.