Estos Knicks no saben perder

Novena victoria consecutiva del equipo de la Gran Manzana, algo que no pasaba desde 2013. Randle se vuelve a salir y Barrett rompe a los Raptors.

Fernando Faucha
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No deja de ser noticia que los New York Knicks ganen con continuidad y con fortaleza. Un equipo que ha sido la mofa de muchos durante años. Y, al mismo tiempo, no debería ser noticia que estos Knicks no paren de ganar. Ya no, a once partidos para que acaben la temporada regular. El 34-27 que lucen de récord no es una casualidad. Y mucho menos los nueve partidos seguidos que llevan ganados en una racha de la que nadie más puede presumir ahora mismo en la liga y que ellos mismos no lograban desde la temporada 2012-13, cuando llegaron a 13 triunfos consecutivos, fueron campeones de su División y, lo más importante jugaron los playoffs por última vez.

Una franquicia histórica como son los Knicks no se pueden permitir estar en barbecho tanto tiempo y que ese tiempo sea tan deprimente y tan lejano, no ya de los mejores, si no de los equipos de media tabla. Esta vez, con unos mimbres que no prometían lo que están ofreciendo, el equipo de Nueva York tiene prácticamente asegurado el play-in, pero es que va muy bien encaminado para jugar los playoffs de manera directa. Su cuarta plaza, con dos partidos y medio sobre el séptimo clasificado, así lo atestiguan.

Enfrente está una franquicia que probó las mieles del éxito antes de ayer y que ahora está sufriendo una caída lenta y difícil de gestionar. Y eso que los Raptors venían de ganar cuatro partidos seguidos y habían juntado esta semana a Lowry, Van Vleet, Anunoby y Siakam por primera vez desde finales de marzo. Su entrenador, Nick Nurse, confiaba en que eso fuese el punto de inflexión sobre el que crecer, pero no ha empezado hoy. Fue un partido con 14 cambios de liderazgo en los primeros tres cuartos, en los que lució más que nadie el que está siendo hasta ahora el mejor jugador de la temporada de todos los que saltaron hoy a la pista. Después de los 40 puntos del miércoles a Atlanta, Julius Randle ya llevaba 20 al descanso (se quedó en 31), con un espectacular 5/7 en triples y 10 rebotes para el doble-doble. Ya se empieza a escuchar la expresión MVP al hablar de él, al menos en la Gran Manzana. Quizá llegue tarde a la carrera este año, pero el temporadón no se lo quita ya nadie.

Sim embargo, fue R.J. Barrett quien rompió al equipo canadiense como cabecilla del parcial del inicio del último cuarto, en el que los locales se escaparon por primera y última vez de su rival. Un 14-3 que dejó el marcador en 102-86 a 9:13 del final. Ahí se acabó todo. Barrett brilló durante esos minutos, en los que Randle estaba descansando, y finalizó el encuentro con otro doble-doble (25+12). Tiempos felices en Nueva York.

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