Escándalo en España: los jugadores del Valencia abandonaron el campo en pleno partido por el insulto racista de un rival
El francés Mouctar Diakhaby acusó a su rival Juan Cala, del Cádiz, de realizar un comentario discriminatorio y entonces decidió marcharse del campo de juego. Sus compañeros lo apoyaron y el encuentro tuvo que interrumpirse durante media hora
La situación explotó en el minuto 29 del primer tiempo cuando el marcador estaba 1 a 1 y el conjunto local atacaba en búsqueda de su segundo tanto. Diakhaby, defensor del visitante, se desentendió de la acción y cruzó toda la cancha para ir en búsqueda de Juan Cala, uno de sus adversarios, acusándolo de racista, lo que desató una discusión que obligó al árbitro a frenar el encuentro.
El juez David Medié Jiménez amonestó al central francés por su reacción, pero Diakhaby intentó explicarle que había escuchado un comentario discriminatorio. Al sentirse desprotegido por los árbitros, el francés optó por irse del campo de juego y el resto de sus compañeros lo siguió rumbo al vestuario.
Según contó el entrenador del Valencia, Javi Gracia, en el vestuario todo el plantel fue advertido de que si se retiraba perdería los puntos. Es por eso que, tras una charla, decidieron regresar al campo y disputar lo que quedaba del encuentro. Cerca de media hora más tarde, los jugadores del Valencia retornaron al terreno de juego del Ramón de Carranza, pero sin su central Mouctar Diakhaby, quien fue reemplazado por Hugo Guillamón.
Cuando la pelota volvió a rodar, el francés se colocó en una de las gradas del estadio y observó el resto del partido desde allí. En el entretiempo, el técnico del Cádiz optó por reemplazar a Cala, quien había sido acusado de realizar el comentario racista.
“El equipo se ha reunido y decide volver para luchar por el escudo, pero firme en la condena al racismo de todo el Valencia Club de Fútbol en todas sus formas. No al racismo”, afirmó el club en su cuenta de Twitter , que luego agregó: “El jugador, que ha recibido un insulto racista, ha pedido a sus compañeros que vuelvan al campo a luchar”.
Javi Gracia, entrenador del Valencia, habló sobre lo sucedido en conferencia de prensa y explicó por qué Diakhaby no regresó al campo de juego: “Quiero que entiendan que nosotros hemos querido proteger al jugador que ha sido agredido para que no causara más daño y el jugador que ha provocado eso seguía en el campo. Así se lo he hecho saber al cuarto árbitro también”.
Al ser consultado por el insulto que Cala expresó en el campo de juego, Gracia no quiso ser específico: “Es un tema importante y grave y no quiero señalar qué palabras. Es un insulto referente al racismo y no soy yo el protagonista de la acción y debo ser prudente. Ya he dicho que en ese momento se comentan muchas cosas y lo que estaba en peligro era una posible sanción”.
Esta no es la primera vez que un episodio de estas características ocurre en el fútbol europeo. Algo similar había sucedido en 2019 cuando el italiano Mario Balotelli fue objeto de gritos racistas y amenazó con abandonar el terreno de juego durante el partido entre el Hellas Verona y el Brescia por la Serie A italiana. Luego de una acción en el costado izquierdo del campo, el delantero tomó el balón con las manos y lo lanzó violentamente en dirección a los aficionados veroneses. Furioso, se llevó un dedo a las orejas, indicando que había escuchado algo, y a continuación se dirigió a los límites del terreno de juego y comenzó a caminar detrás del arco, como si quisiera abandonar el terreno de juego. Finalmente, sus compañeros lo convencieron de continuar.
También en diciembre de 2020, el partido entre el Paris Saint Germain y el Estambul Basaksehir fue suspendido a los 16 minutos del primer tiempo por un comentario racista del cuarto árbitro hacia un asistente del equipo turco. El encuentro que era válido por la sexta y última fecha del Grupo H de la Champions League se interrumpió abruptamente cuando todos los futbolistas abandonaron el campo de juego como medida espontánea que lucha contra la xenofobia y el racismo.
El término “negro” con el que el cuarto árbitro del choque en el Parque de los Príncipes, el rumano Sebastian Colescu, identificó al asistente técnico de Basaksehir Pierre Webo, motivó que los protagonistas de ambos equipos se marcharan, en repudio, a los vestuarios.