El medio de Boca estuvo a la altura

Los pibes volvieron a destacarse en La Paz como ya lo habían hecho ante Atlético Tucumán. Mirá las estadísticas de la MVA: Medina-Varela-Almendra.

Olé

No siempre los datos y estadísticas de un partido van de la mano con la realidad. Un ejemplo reciente: Neymar la rompió toda en la revancha entre el PSG y el Bayern por la Champions pero sus números en los 90', que incluían varias pérdidas y falta de eficacia goleadora, no coincidían con la mirada generalizada sobre el impacto que tuvo su juego en el triunfo de su equipo. En otros casos, los números sí ayudan a entender el rendimiento de determinados futbolistas. Como ocurrió este miércoles en el triunfo de Boca ante The Strongest. En los 3.600 metros de altura de La Paz, Miguel Angel Russo volvió a apostar a un mediocampo joven. A Cristian Medina, Alan Varela y Agustín Almendra, titulares el domingo ante Atlético de Tucumán, le sumó a Agustín Obando. Y los pibes se destacaron nuevamente. La MVA, el apodo del tándem que conforman los tres primeros, fue el punto más alto, junto con Villa, de la excursión a Bolivia en el debut en la Libertadores.


La duda, dada la juventud del trío, era saber si iban a poder estar a la altura tratándose del estreno de una nueva edición de la Copa, en condición de visitante y en un escenario desfavorable por la menor falta de oxígeno. Sin embargo, no sólo dieron la talla sino que tuvieron una alta relevancia en el juego de Boca. Y hay números que hablan por sí solos...

Cristian Medina terminó el partido con un 100% de efectividad en los pases. Abierto por la derecha cuando Boca atacaba pero cerrado para juntar filas por dentro cuando el equipo replegaba, el pibe de 18 años no falló uno solo de los 26 pases que dio en los 64 minutos que estuvo en cancha. El dato más saliente es que el 58% de esos pases fueron en campo rival. Además, tuvo éxito en tres de las cuatro gambetas que intentó y colaboró en la marca con cuatro pelotas recuperadas. Ahogado, salió a los 19' del complemento. Pese al desgaste físico de jugar en la altura, siempre se lo vio atento para romper al espacio y ser opción de pase, uno de sus aportes más interesantes cada vez que le toca jugar.

Alan Varela, como el 5 más posicional en el 4-4-2 de Boca, fue una de las figuras. Con su juego simple, a uno o dos toques para clarificar la salida, contribuyó en la zona de gestación: 23 pases correcto sobre 25. Pero su faceta más destacada estuvo en la contención. Rápido para los relevos y las coberturas defensivas, siempre bien parado, robó cinco pelotas y ganó seis de sus siete duelos individuales. Frescura y oficio para el círculo central con una particularidad: no suele descender para meterse entre los zagueros centrales y sacar la pelota sino que se mueve entrelíneas, detrás de la primera presión rival, para poder recibir ya en esa zona el pase de López e Izquierdoz y desde allí tocar hacia adelante.

En el caso de Agustín Almendra, su mayor aporte estuvo en su participación en el gol de Boca. Recibió de Obando y metió el pase profundo para Sebastián Villa, quien convirtió el 1-0. En sus 55 minutos en cancha, mostró parte de su habitual dinámica y despliegue aunque a diferencia del partido contra los tucumanos, esta vez se movió más por pasillos internos, ya que Obando fue el que se encargó de recorrer la banda izquierda. Mirá su pase en el gol de la victoria:

Frente a Atlético Tucumán, el trío había tenido una participación clave en el golazo del 1-0. Una jugada en la que Varela tocó para Almendra, este la cruzó para Tevez, quien habilitó a Medina para convertir. Ante las bajas de Capaldo, Campuzano y Cardona, los pibes aprovecharon la oportunidad por más que el rival, The Strongest, demostró ser bastante flojo incluso de local. Más allá de la continuidad que puedan adquirir de ahora en más como titulares, la buena noticia para Russo y para Boca es que cuenta con futbolistas capaces de rendir y ser importantes para el equipo.

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