El Mainz aplaza el alirón de un Bayern desconocido

José Carlos Menzel

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Tendrá que tener paciencia el Bayern hasta que, de forma matemática, pueda sumar su novena ensaladera consecutiva. Patinó el campeón en su visita a Mainz, donde cayó derrotado por 2-1, lo que le obliga a cruzar los dedos para que el Stuttgart derrote al Leipzig el domingo y no tenga que esperar 14 días más (hay Pokal el próximo fin de semana) para cantar alirón. Tan solo una derrota de los de Nagelsmann serviría al Bayern para ser campeón. Todo lo demás aplazaría la fiesta muniquesa hasta, como mínimo, el 8 de mayo, fecha en la que el Bayern se verá las caras con el Gladbach.

El Mainz fue superior al todopoderoso Bayern desde el principio. Lewandowski volvió al once de los bávaros tras superar su lesión en los ligamentos de la rodilla derecha, pero el polaco tardó en aparecer. Fueron los de Svensson los que, desde el pitido inicial, estuvieron más vivos y, merecidísimamente, se pusieron por delante a los tres minutos de partido gracias a un disparo de Burkardt que entró tras un grave error de Neuer.

Pudieron caer más a un Bayern que, tanto en ataque como en defensa, no existió. Fueron Latza y da Costa los que se toparon con el aluminio y, una vez más, retrataron a la zaga bávara. Neuer evitó el segundo hasta que, pasada la media hora, el Mainz fue letal a balón parado. Mwene fue el encargado de colgar un libre directo en el corazón del área donde Quaison saltó más alto que nadie para batir a Neuer de cabeza. Se tambaleaba el campeón de la Bundesliga.

Lo entendió Flick, que no tardó en tirar de banquillo de cara al segundo periodo. Ingresaron en el terreno de juego Musiala, Nianzou y Choupo-Moting, pero los de Flick siguieron echando en falta la pagada que le caracteriza. Choupo-Moting fue el único que logró poner en apuros a Zentner en el marco local hasta que Lewandowski recortó diferencias en el tiempo añadido. El polaco amplió así su cuenta goleadora en la presente Bundesliga hasta los 36 goles y se situó a sólo cuatro de igualar el histórico récord de Gerd Müller. No hubo tiempo para más. Cayó el Bayern. Y tendrá que esperar más de lo previsto para cantar alirón.