El Liverpool recupera las llaves de Anfield

Un gol de Alexander-Arnold da vida al conjunto de Klopp en su lucha por clasificarse para la Champions el año que viene. El técnico alemán jugó con todos sus titulares, excepto Keita y Mané.

Álvaro de Grado
As
El Liverpool vuelve a tener las llaves de Anfield. Ha sido al octavo partido de 2021, después de seis derrotas y un empate en su feudo, donde sólo habían registrado un gol a favor, cuando los de Jürgen Klopp han sumado tres puntos como locales en la Premier League. Ha sido, eso sí, en el minuto 90: Alexander-Arnold recogió el balón en el pico del área tras un paradón de Emi Martínez, se perfiló hacia dentro y mandó su disparo al palo largo. Gol, 2-1, remontada y victoria para coger carrerilla antes del partido más importante que tienen. Con dos goles a favor en Anfield por primera vez en este año, los ‘reds’ necesitan como mínimo el mismo número de tantos a favor si quieren eliminar al Real Madrid el próximo miércoles.

Jürgen Klopp sólo realizó dos cambios con respecto a su alineación en Valdebebas. Mané y Keita perdieron su sitio para dar entrada a Firmino y Milner, por lo que la mayoría de futbolistas se ha tenido que emplear a fondo pocos días después y pocos días antes del duelo clave ante el Real Madrid. No sorprende: si no gana la Champions League –y eso supone por supuesto remontar la eliminatoria de cuartos–, la única opción de clasificarse es entrando entre los cuatro primeros de la tabla… y el Liverpool todavía no está entre ellos.

Watkins golpeó primero para los visitantes. Kabak no midió bien y Alisson no acertó a detener el balón, por lo que el punta inglés, con su 12ª de la temporada, adelantó al Aston Villa antes del descanso. Instantes después, el VAR anuló un gol a Firmino por un fuera de juego milimétrico, pero al Liverpool le quedaba toda la segunda mitad para seguir apretando.

Primero fue Salah quien hizo el empate, colocándose como máximo artillero de la liga inglesa junto a Harry Kane (19 goles). Antes, el egipcio y Jota, que fue titular, desaprovecharon las mejores oportunidades. Entre el gol de Salah y el anterior del Liverpool en Anfield habían pasado casi 13 horas de fútbol, una eternidad, una anomalía para un equipo tan ofensivo. En el último suspiro, el gol de Alexander-Arnold impulsa a los ‘reds’ hasta un top-4 virtual, que a la espera de que sus rivales jueguen los partidos es lo mínimo que podían esperar esta campaña.


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