El grito de Griezmann

La última fase de la temporada puede ser decisiva para el futuro del francés, que en las dos finales del año ha estado a la altura. De sus 30 goles en el Barça, 16 han sido el primero del equipo.

Juan Jiménez
As
Antoine Griezmann fue una de las estrellas de la fiesta post-Copa. También lo había sido dentro del campo. Otra vez marcó el 1-0, el gol más difícil. De hecho, de los 30 goles oficiales que ha marcado con la delantera del Barça, 16 han sido el primero del equipo. El francés gritó con rabia su gol, se abrazó a la Copa, bailó con ella como en el campo y festejó como merecía su primer título como jugador azulgrana después de una primera temporada en blanco. En el fondo, él ya había hecho todo porque fuese el segundo. En la final de la Supercopa, también contra el Athletic, había marcado dos goles que acabaron por resultar insuficientes ante Villalibre, Williams y compañía.

 A sus 30 años, y con la Eurocopa de fondo, Griezmann se enfrenta a un final de temporada que puede resultar decisivo para él. Aunque él sólo tenga en la cabeza al Barça, y su contrato termine en 2024, su nombre está encima de la mesa como posible opción para ingresar dinero. La última palabra sería del futbolista de Màcon, pero él además quiere llenarse de argumentos para que el club le cuelgue el cartel de intocable. Su valor de mercado a día de hoy está en torno a los 60 millones de euros, la mitad de los 120 por los que llegó el Barça.

El escenario de Griezmann desde que llegó nunca ha sido fácil. Durante muchos partidos desde que llegó al Barça, Griezmann no ha sido transcendente. Su rol, sin embargo, tampoco ha sido peliagudo. Griezmann ha tenido que ir renecontrando su sitio, reinventarse para pasar a un rol de acompañante y no de protagonista principal como tenía en la Real, Atlético o en la selección de Francia. Aquí ese sitio es para Messi, y Griezmann se ha ido haciendo su pequeña parcela en el equipo. Se ha repuesto a dolorosas suplencias (ante el Athletic en Copa el año pasado, en Lisboa el día del 2-8 ante el Bayern; o en los dos Clásicos de este curso, curiosamente cuatro derrotas); y ha ido ganando cierto protagonismo.

El gol contra el Athletic, y en general su partido, le ha reforzado. Y ese es el plan de Griezmann. Ser importante de aquí a final de temporada y ayudar al Barça a ganar los ocho partidos para hacer el doblete. Luego ya se verá. Al futbolista también le interesará saber entonces qué piensan de él, abiertamente Mateo Alemany y Ramon Planes. De Koeman puede hacerse una idea más concreta, porque lleva conviviendo con él una temporada día a día. Supo pronto que el técnico holandés tenía planes especiales para él si se iba Messi; y que luego tuvo que recular e intentar acomodarlo con los problemas que ya habían tenido Valverde o Setién. Pero también le ha dado su espacio, y lo ha mantenido si le ha funcionado. La segunda parte que jugó contra el Madrid dio argumentos a Koeman para colocarlo como titular ante el Athletic. Mejor que Dembélé cuando hay menos espacios, con mucha más capacidad de asociación y mejores movimientos en el campo, Griezmann volvió a gritar que quiere formar parte del proyecto de futuro del Barça. ..Otra cosa es que esté predicando en el desierto.

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